El desespero de Moisés.

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Éxodo 5:22-23

22 Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?

23 Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo.

Este momento debió ser un momento muy estresante para Moisés, dejo todo por seguir el llamado... dejó su estabilidad, familia, trabajo de pastor entre otras cosas y ahora se ve frustrado pues no sabe ni para que esta allí...

Me imagino la impotencia que sentía al ver que al pueblo se le aumentaron las tareas e iban de mal en peor... se preguntaría ¿Qué clase de consuelo vine yo a darles? ¿Pensaría hasta que era su culpa?

Entonces le pregunta a Dios es ¿porqué?...

Esto nos lleva a ver que realmente en los llamados o aún dentro del ministerio, pasan cosas que muchas veces quisiéramos que salieran como nosotros queremos y no necesariamente tiene que ser así.

Dios le estaba enseñando a Moisés y al pueblo, que había un proceso, una liberación de etapas, tenían que poner el asunto delante del faraón y ya Dios se lo había especificado, que el faraón no escucharía..., Y así despues empezaron las plagas y la manifestación de Dios en defensa del pueblo. Pero todo en etapas.

Es completamente normal la desesperación, pero a medida que veamos la vida de Moisés, entenderemos que eso según la Biblia le costó la entrada a la tierra prometida, pero todos debemos entender a Moisés, de hecho yo creo que realmente Dios le tenía algo mejor a Moisés despues de todo lo que pasó.
Demostrando que la tierra prometida no era el punto final de Dios.
Creo que Moisés se gozó más en ver a Jesús en la Transfiguración que viendo la tierra Prometida de lejos...

Por otro lado el faraón es un personaje muy difícil, pues es una persona llena de incredulidad y dureza, el pueblo era un pueblo que no conocía a Dios completamente, estaba confundido y desesperado por el tiempo que estaban viviendo, pero a la misma vez no hacian nada pues no terminaban de entender la promesa.

Pero al fin esto nos lleva a ver que en todo llamado habrán momentos buenos y momentos malos, no todo es a pedir de boca, pero si algo debemos estar seguro es del pleno control de Dios y del tiempo de Dios, también debemos entender que grandes satisfacciones hay para aquellos que pueden terminar la carrera, después de haber hecho todo lo asignado. Cada esfuerzo vale la pena, cada paso también y aún en los atrasos, rechazos y desesperos, es allí donde podemos ver la mano de Dios hacia el propósito que tenemos destinado.

Un día Con Dios (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora