El consejo de Rubén y la cisterna

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Génesis 37:21 en adelante...

21 Cuando Rubén escuchó esto, intentó librarlo de las garras de sus hermanos, así que les propuso:

―No lo matemos.

22 No derramen sangre. Arrójenlo en esta cisterna en el desierto, pero no le pongan la mano encima.

Rubén dijo esto porque su intención era rescatar a José y devolverlo a su padre.

Aquí Rubén da un consejo para salvarle la vida a José ¿Pero en que falla? en que él era el hermano mayor y el tenía que dar cuentas a su padre. Sin embargo, si él en su corazón sabía que esto estaba mal ¿Porqué no parar esta trampa? ¿Porqué no decir como hermano mayor no se los permito? o decirle la verdad a Jacob, pero nada de esto pasa..., a pesar de que muchos pensarán que Rubén tenía buenos sentimientos, en realidad creo que lo que más le asustaba era la reacción de Jacob ante tal evento, Imaginense la muerte de su consentido José. Y Rubén cómo hermano mayor era quién tenía que dar las malas cuentas de su hermano.

23 cuando José llegó a donde estaban sus hermanos, le arrancaron la túnica muy elegante,

24 lo agarraron y lo echaron en una cisterna que estaba vacía y seca.

25 luego se sentaron a comer. En eso, al levantar la vista, divisaron una caravana de ismaelitas que venía de Galaad. Sus camellos estaban cargados de perfumes, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto.

26 entonces Judá les propuso a sus hermanos:

― ¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano y ocultar su muerte?

27 en vez de eliminarlo, vendámoslo a los ismaelitas; al fin de cuentas, es nuestro propio hermano.

Sus hermanos estuvieron de acuerdo con él,

28 así que cuando los mercaderes madianitas se acercaron, sacaron a José de la cisterna y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas de plata. Fue así como se llevaron a José a Egipto.

Un escenario completamente horrible, José en una cisterna

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Un escenario completamente horrible, José en una cisterna...
Y estas cisternas son depósitos subterráneos hechos para conservar el agua de lluvia o manantial o un río.

Y así fue tratado por sus hermanas mientras ellos comían. Te imaginas comer y meditar como mataras a tu hermano a sangre fría o planificar el acto sin ningún remordimiento, es increíble a dónde llegaron estos hombres. Aquí sale Judá, y da una idea ¿Porqué matarlo al fin de cuentas es nuestro hermano?
(Esto pasa antes de la situación Judá y Tamar)

Eso parecería bonito para salvarle la vida, pero lo más que me impresiona, es que ninguno de estos hermanos se levantó y dijo estamos mal, o esto no se puede hacer... condenaríamos a nuestro hermano a hacer esclavo quizás a tener una mala vida, sin contar con que nuestro padre moriría de una depresión profunda.

Pero nada de eso pasa por sus cabezas... al contrario, alguno que otro como Rubén y Judá tratan de que no lo maten, pero con todo y esto lo venden, por 20 piezas de plata a unos ismaelitas.

Ellos le quitaron su túnica de colores, lo empujaron a una cisterna, pero lo importante es esto, le pudieron quitar muchas cosas pero no le quitaron la gracia y el favor de Dios sobre él, esto no lo tenía la túnica, lo tenía José.

Y esto nos invita a pensar de que en la vida nos pueden quitar muchas cosas, pero nadie nos puede quitar lo que somos para Dios. En Rom 8:38-39

38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

En el caso de José, ni sus hermanos, ni la cisterna, ni el mal rato con la señora insistente que despues veremos..., ni la carcel, ni los años perdidos donde no pudo ver a su padre, ni a su hermano menor crecer, nada de eso, lo separó del amor y propósito de Dios en su vida.

Y así es en este caminar, nosotros o crecemos con las experiencias, o nos dejamos morir con ellas. La cisterna para Jose fue breve pero esto era el inicio de una prueba que para muchos no tendría final, ni salida. De una cisterna de un par de horas pasaría a años de carcel eventualmente. Lo importante es entender que las experiencias nos pueden enseñar a vivir, pero nosotros decidimos si las aplicamos para bien o mal.

Un día Con Dios (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora