crónicas de una adolescente | loona.

ViVi.

—¿Entiendes?.

Kahei miró una vez más esa hoja llena de letras, frases y caracteres que le parecían casi irreconocible. Mordió su labio inferior, levantó su mirada con una sonrisa apenada y negó con su cabeza.

Jinsol sonrió de manera amable. Tratando de no parecer cansada de esa situación.

—Es decir, esto se lee...es como... —la rubia rascó la parte trasera de su nuca. No era buena explicando cosas. —Es primera vez que estás en una escuela coreana, ¿verdad?. —la pelirroja asintió con su cabeza.

Kahei tenía dieciocho años. Venía de China y se había mudado de "Hong Kong" a "Seul" hace algunos pocos meses atrás, y esta era su primera vez en un instituto coreano.

Muy inocente a primera vista y su personalidad no era lo contrario.
De flequillo, cabello pelirrojo, baja de estatura y bastante delgada, pero muy atractiva.

—¿Quieres que te acompañe a tu salón?. —pregunto Jinsol señalando el pasillo que se encontraba frente las dos.

Kahei asintió con su cabeza. No sabía si decir algo o no, solamente actuaba de acorde a sus pensamientos y respuestas.

—Vamos. —Jinsol comenzó a caminar junto a la pelirroja.

El pasillo estaba vacío, prácticamente no había nadie en el. Así que podía caminar con total tranquilidad.

—Así que...¿te mudaste de China para encontrar mejores oportunidades?. —según lo que leyó Jinsol de la ficha de presentación de Kahei, eso era así.

La pelirroja se mudó a Corea exclusivamente para encontrar mejores oportunidades, tanto de estudio como de trabajo, pero hasta el momento no había encontrado nada interesante. Solamente una escuela y la pagaba con los pocos ahorros que tenía. Su misión era conseguir una beca y cuando tuviera la oportunidad de tener un pequeño trabajo donde ganar el suficiente dinero, pagaría la escuela como correspondía.

—Si. —respondió en su típico tono de complejidad.
Jinsol asintió con su cabeza como modo de respuesta.

—Debe ser difícil irte de tu país. Muchas cosas nuevas qué tal vez no conoces para nada. —la rubia tenía razón. Kahei no podía mentir.

Extrañaba todo. Amigos, familia, comidas, los lugares en lo que pasaba la tarde, muchas cosas.

Corea no era un lugar malo para ella, era un hermoso país donde hacer bastantes cosas, pero...todo era muy distinto a China.

No tenía amigos y si los tenía, Jinsol podía ser su única opción de amistad. Era la única que se atrevió a ayudarla y hablarle a pesar de no saber casi nada en el idioma.

—Puede...decirse que si. —habló con dificultad, pero era entendible lo que decía.

La rubia asintió una vez más con su cabeza. No quería hablar tanto, pues sabía que Kahei no hablaba con tan fluido el idioma.

Jung Jinsol era una chica de dieciocho años que iba en el mismo salón y curso de Kahei.
Era rubia, alta, atractiva, con una sonrisa muy tierna. La chica ideal para toda persona.

Jinsol se había ofrecido a ayudar a Kahei por amabilidad. El director aceptó la ayuda de Jinsol, pues esta era bastante sobresaliente en lo que eran los estudios, amistades y esas cosas.

Kahei la primera impresión que tuvo hacia la rubia, era que podía ser la típica popular rubia que tenía ante sus pies a cada estúpido del lugar. Así que cuando Jinsol se ofreció a enseñarle la escuela, no tenía la seguridad total de pasar tiempo con la rubia. Pero al fin de cuentas descubrió que no era un monstruo como otras populares, al contrario, era muy amable, divertida y tierna según Kahei.