Feliz.

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El hecho de que todas tuvieran la suerte de poder irse a casa en auto, era algo claramente positivo.

Sunmi tenía la libertad de tener auto y como gesto de amabilidad, decidió llevar ella a Sooyoung y sus demás amigas a su casa.

Al final de todo, Jiwoo salió del baño repitiendo constantemente lo lindo que era. La decoración que tenía y sobre todo que el jabón que tenía era de muy refrescante aroma.

Pero ya cuando se enteró de la situación de Chaewon, no evitó sentirse algo enfadada por eso.
Conocía a su amiga y a pesar de que no era de tomar tanto, era una persona que caía fácilmente a lo pies del alcohol. Eso le "molestaba" en cierto modo.

Por el lado Hyejoo, trataba con todas sus fuerzas de poder hacer que Chaewon caminara sin caerse con ayuda de Sooyoung.
Ambas estaban agotadas de tanta fuerza que ejercían contra Chaewon.

No demoraron tanto en llegar hasta el auto de Sunmi. Esta les abrió la puerta y primeramente entró Jiwoo, luego Chaewon con ayuda de las otras dos y por último entró Hyejoo en la parte trasera.

Sooyoung decidió ir adelante y no porque fuera una de las mayores, sino porque no había espacio atrás para ella y el único espacio disponible era el del copiloto.

-Yo no quiero ir sentada. -habló Chaewon, una vez ya todas estaban dentro del auto.

-No se de que otro modo podríamos llevarte, Chaewon. Debes de ir sentada. -la rubia negó continuas veces con su cabeza, para que luego en vez de sentarse entre Jiwoo y Hyejoo, se sentara sobre las piernas de la última nombrada.

-Chaewon, sal de arriba de Hyejoo. -ordenó Sooyoung, pero la más baja la ignoró.

La de cabello largo suspiró. Chaewon era mucho más difícil estando embriagada.

-No te preocupes, no es molestia. -respondió Hyejoo repentinamente ante el suspiro de Sooyoung.

Si era sincera, no le molestaba en lo absoluto que Chaewon estuviera sentada sobre su regazo.

-Bien, díganme donde es la casa. -dicho eso, Sooyoung colocó en su teléfono la dirección de la casa para que Sunmi pudiera conducir mediante veía la pantalla de este.

Estaba de más decir que el viaje era una constante lucha en mantener callada a Chaewon.
Hablaba y no se cansaba, y a pesar de que Hyejoo odiaba en cierto modo a las personas que hablaban mucho, Chaewon terminaba siendo una excepción.

Las estupideces que su boca se atrevía a soltar, eran una cosa que le generaba una sonrisa de labios mediante negaba con su cabeza.

Era totalmente adorable.

-Chicas... creo que... -oh no.

-No Chaewon. Ni se te ocurra. -Jiwoo habló primero, pues sabía a lo que la rubia se refería.

-P-Pero... -Hyejoo lentamente comenzaba a entrar en pánico cuando vio a Chaewon toser de manera repentina.

-¡Para el auto, páralo!. -gritó Jiwoo, golpeando el hombro de Sunmi.

La mayor de todas, sin entrar totalmente en pánico, paró el auto en mitad de la calle estacionándose de la mejor manera sobre la cera para que los demás autos que pasaban por la vía pública, no se detuvieran por esa emergencia por su culpa.

Hyejoo abrió rápidamente la puerta de su lado y dejó a Chaewon correr fuera del auto, con tal de sacar lo que necesitara de su cuerpo.

Demoro bastante en escucharse algo por parte de Chaewon. La verdad era que no existía sonido alguno que fuera parecido a lo de vomitar.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora