La insistencia en su teléfono cada vez era más y estaba totalmente irritada con aquel continuo sonido y aquella vibración en su bolsillo.
¿Que tan importante podía ser una llamada?.
Luego de que hubiese salido del centro médico que ya de por sí no era un ambiente agradable, por lo menos para ella no, y ver a Hyejoo entre bien y mal en un sitio donde estaría hasta quien sabe cuando, no le generaba cierto ánimo agradable.
Si era cierto que estar con Hyejoo le alegró mil veces más el día. Verla ahí era difícil, pero sabía que era por su propio bien y que pondría de su parte. Confiaba en la azabache.
Pero la felicidad no siempre dura para un largo rato y fue así como la llamada entrante en su teléfono vibraba y sonaba cada cinco minutos, insistentemente, generándole cierta irritabilidad en el momento.
Obviamente hubiese contestado la llamada, si es que el interés en contestarla fuera parte de su cabeza, pero directamente al ver el nombre de su padre en la pantalla le hizo perder las ganas de contestar.
Chaewon jamás cambiaba de estado de ánimo tan rapido. O estaba muy enojada o estaba muy feliz, entre más emociones. Pero rara vez pasaba de estar feliz a estar enojada en menos de una hora.
Tenía muy en claro que la conversación entre ella y su padre en algún momento se debía de generar, pero no en ese instante.
No lo culpaba, pues sabía que no tenía ni la más mínima idea del por qué de su comportamiento. Pero aún así, después de todo lo que su padre hizo y de cómo trató a Hyejoo, con algo que era más que normal. Ni unas pocas ganas le daba de contestar aquella llamada.
Tomó el teléfono entre sus manos y simplemente lo silenció, dejando que ninguna sola llamada más se escuchara o vibrara en su bolsillo, para luego dirigirse a la parada de autobuses e irse directamente a casa de Jiwoo, que en ese momento ciertamente era su casa.
Ver a Hyejoo obviamente que le generó felicidad. La azabache también pareció estar un poco feliz al verla junto a ella en el centro médico.
Según lo que contó y que le dejó el corazón lleno de más amor a Hyejoo, fue que los primeros días eran bastante complicados.
Comer se le dificultaba bastante, debía de estar estable para que su organismo comenzara a funcionar correctamente.
Hyejoo no había probado un comida "real" desde hacía meses y más de una vez le dijeron que la comida de algún lugar médico, no era buena ni sabía totalmente bien.
La azabache no podía confirmar eso a su gusto, pues la comida que comía en el centro médico, era la primera que probaba en mucho tiempo.
Le era difícil comer, demasiado. No lo hacían a fuerza o le habrían la boca con las manos para que la comida entrara en su estómago, simplemente la ayudaban a comer y esperaban hasta que el plato de comida estuviera completamente vacío. Ni más ni menos, solamente vacío.
Hyejoo mentía si decía que las cosas estaban siendo fáciles para ella. Obviamente que le era difícil y hacía su pequeño esfuerzo para poder lograr mantenerse saludable y estable, a pesar de que ciertas veces una parte de su cabeza le decía que no comiera y que eso estaba mal.
También la veía un psiquiatra, que todos los días la iba a ver y a hacerle terapia. Cosa que de por sí, le costaba también.
Las cosas eran difíciles en un principio, Hyejoo y Chaewon lo sabían perfectamente.
Eran los primeros días en los cuales la terapia era difícil
Y eran los primeros días donde extrañar a Hyejoo era su única preocupación a cada hora.

ESTÁS LEYENDO
crónicas de una adolescente | loona.
FanfictionHeejin es popular, sin querer serlo. Vive confundida por estar enamorada de su mejor amiga. Hyunjin es parte del equipo de fútbol. Personalidad única, pero parece ser fría, odiosa y cortante. Haseul es algo torpe e inocente. La más inteligente de su...