crónicas de una adolescente | loona.

El mejor día.

[Esto será como un especial por el cumple de Yerim bebé y también es un capítulo de la historia jeje. Eso, lean ahora que creo que es un tierno capítulo]

Días después...

Admitiendo que era un día especial para ella, tampoco era algo grandioso que considerara sumamente importante. Era un día más, pero ese día era el momento en el cual nació.

Para Yerim... su cumpleaños siempre fue difícil de tratar con tanta fiesta y diversión. Mayormente, cuando era más pequeña, solía pasarlos en el sitio de adopción y nunca tuvo la cierta costumbre de recibir una gran fiesta. Tampoco era algo que le interesara tanto, simplemente casi todos sus cumpleaños las pasaba en su casa comiendo pastel y haciendo algo de comer junto a su madre y su abuela, al igual que la persona que era su tía y tío.

Realmente eran fiestas muy comunes en lo que se considera la familia y no se podía quejar, la hacía feliz... pero ese cumpleaños si que le fue diferente.

Si bien Yerim tenía cierta cantidad de amistades, estás nunca le dijeron algo más que solo "feliz cumpleaños" y darle un pequeño dibujo como regalo, un caramelo o una paleta. Aún así esos mínimos detalles, los agradecía.

Ah, pero tenía otras amistades más, algo nuevas. Algunas no eran tan nuevas, pero otras si y aquello le impresionó.

Desde que colocó un pie fuera de su salón en el segundo receso del día, Jungeun y Jinsoul aparecieron frente a ella con una sonrisa plasmada en sus rostros. Eso también la hizo sonreír.

-¡Feliz cumpleaños!. -exclamaron las dos, sacudiendo sus manos en forma de emoción.

La menor sonrió algo avergonzada e hizo una pequeña reverencia solo que moviendo su cabeza hacia abajo. Le tomó de sorpresa, pues jamás nadie de la escuela le exclamó algo así, como ellas lo hicieron.

-Ah... gracias, a las dos. -sonrió algo sonrojada, pero muy agradecida y feliz con el gesto.

El silencio reino algunos segundos y cuando vio como Jinsoul golpeaba levemente el brazo de Jungeun tratando de disimular, sonrió levemente. Conocía a Jinsol y sabía que esta misma, no era buena disimulando.

Cuando la castaña clara sintió el gesto, Yerim pudo ver como sus mejillas se tornaban algo sonrojadas.

-Entre Jinsol y yo te hicimos algo. Pasamos casi todo el día de ayer haciéndolo... ojalá te guste. -entre las cosas de su mochila, la cual sacó al receso solo por el regalo para Yerim, logró sacar una pequeña caja con diferentes decoraciones en color morado. Algo que sin duda fue muy tierno para la menor.