Llegar a tiempo.

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Haseul dejaba pequeñas caricias en el hombro de la pelirroja y ella solamente dejaba posar su cabeza en el hombro de la menor, disfrutando del cálido y suave tacto que Haseul hacía continuamente en su hombro, con la yema de sus dedos.

Ambas miraban la linda vista desde esa azotea, sin decirse nada. Solamente se robaban miradas y uno que otro pico en los labios.

Era un milagro que esos días no hiciera tanto frío como otros, sino ambas estarían tiritando de frío por estar en una azotea.

Aunque, si las dos eran sinceras. No les importaba tener tanto frío, simplemente querían estar en los brazos de la otra, disfrutando el momento.

Haseul nunca pensó en sentirse tan especial con alguien.
Poder querer a alguien de tal manera, como lo hacía con Kahei.

-¿Sabes?. -comenzó a hablar Haseul y la pelirroja le dedicó toda su atención. -Creo que...puedo imaginarme un futuro muy lindo contigo. -Kahei volteó su mirada a la de Haseul.

Colocó su mano en la mejilla de Haseul y dejó un cálido beso en sus labios, para luego acariciar su piel como nunca lo había hecho.

-¿Para que imaginarlo, si podemos hacerlo?. -esa fue una respuesta rápida y sin muchas vueltas. Haseul amo aquello.

Ella le devolvió el beso, parecido al primero que se habían dado. Solo que ese fue con mucho más amor y cariño.

Apenas se separaron del beso, juntaron una vez más sus frentes. Haseul daría aquel paso que, aparte de ser algo muy hermoso, era algo verdaderamente complicado de decir, según ella.

Jamás pidió algo así, sino que siempre las cosas eran al revés.

-¿Quieres ser mi novia?. -de un momento a otro, un verdadero alboroto se generó en el corazón, la cabeza y el estómago de Kahei.

Podían que aquellas cosas estuvieran muy aceleradas, pero en esas alturas de cercanía que comenzaba a tener con Haseul, y lo mucho que podía llegar a quererla, no le importaba.

-¿Era necesaria la pregunta?. -Haseul frunció sus labios, al igual que sus cejas, de una manera realmente adorable.

-Creo que es de la mejor manera en la que puedo pedirte ser mi pareja. -Kahei soltó una risa al ver las expresiones de Haseul, y a su vez escuchar sus palabras.

Ella aceptaría, la cosa fuera romántica o no.

-Después de todo esto, la respuesta es clara. -la de flequillo colocó ambas manos en las mejillas de Haseul e hizo que sus ojos conectaran completamente con los suyos. -Si quiero.

Haseul no pidió más que esa sola respuesta. Sonrió y abrazo a Kahei con todo el amor que podía darle.
La pelirroja correspondió y dejó posar su cabeza en el hombro de la menor.

Era un momento prácticamente perfecto. Lo menos que podía pasar, era que alguien arruinara todo. Y como los momentos más hermosos siempre tienen su final, el caso de Haseul y Kahei no fue distinto.

Tal vez era la peor manera en la que podían interrumpirlas.

-¡¿Que hacen ustedes dos aqui?!. -la pelirroja y la de cabello corto voltearon sus miradas a la puerta de entrada de la azotea, dejando ver al maestro de educación física.

Sintieron el miedo recorrer cada espacio de su cuerpo. Pero al fin de cuentas, lograron lo que más deseaban. Ahora las consecuencias eran graves.

 Ahora las consecuencias eran graves

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crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora