Nuevas amigas.

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Sus ojos estaban concentrados en la computadora, mientras que sus dedos se movían sobre las teclas escribiendo para uno de sus últimos trabajos.

Tarareaba una canción al compás de que trabajaba, por lo menos para hacer el ambiente más agradable y no tan silencioso.

Sentía un peso en menos en todo su ser, esa conversa realmente le fue buena y esperaba que aquello funcionara para que las cosas comenzaran a arreglarse.

Estuvo más de diez minutos así y cuando sintió como abrían la puerta de su habitación lentamente, volteó la mirada de reojo porque sabía quien era.

La rubia asomó su cabeza entre la puerta y el marco de esta, asegurándose de que podía entrar en la habitación sin interrumpir de manera abrupta a Jungeun.

-¿Estás ocupada?. -preguntó antes de entrar.

-Am... no, entra. -mintió, pero por conveniencia. Prefería estar con Jinsol, más que hacer tarea.

Se volteó para mirar a su novia y esta junto a una sonrisa se acercó a Jungeun apoyando la mayoría de su peso sobre su cuerpo, rodeando sus brazos en el cuello de la castaña clara.

-¿Que pasó?. -interrogó algo extrañada por el gesto repentino de Jinsoul.

-Nada. Solo... quiero estar contigo. -murmuró sobre su cuello. Sin duda fue algo que le generó cosquillas por el cálido aliento de Jinsol.

-Mmh... -trató de pensar en cómo terminar su trabajo con la rubia arriba suyo, pero las ganas de seguir así le ganaron a su responsabilidad.

Jinsoul alzó su mirada chocando con los ojos de Jungeun, para luego dirigir su atención a los labios de la contraria. No pudo evitarlo y los chocó de manera rápida, generando un beso apasionado.

Las manos de la castaña clara automáticamente se posaron en la cintura de Jinsol y esta acercó más a Jungeun, impulsándola desde su nuca.

Sus labios se movían entre sí con pasión y las intenciones de detenerse estaban lejos de hacerse presentes.

De manera lenta y compleja Jinsol se fue bajando de las piernas contrarias y por instinto Jungeun se fue levantando de la silla hasta que la rubia dejó un potente empujón en sus hombros para hacerla recostar en la cama sin separar sus labios.

Jinsoul rápidamente se colocó sobre la castaña clara y sus manos volvieron a posicionarse sobre su cintura.

Ninguna estaba al tanto de quien podría llegar a la casa y ellas estando en esa situación, pero el amor y la necesidad impedía que pensaran en ello.

Las manos de la mayor se colocaron en el filo de la camisa de Jungeun, dejando que esta saliera de su torso.

Se fueron separando para poder tomar aire, miraron sus ojos por unos segundos diciéndose lo mucho que se amaban, para luego volver a unir sus bocas en un beso completamente apasionado y deseado.

Al diablo con la tarea de Jungeun, estaba segura que eso valía más la pena.

Las posiciones fueron cambiando a medida que se seguían besando y los besos de Jungeun lentamente fueron bajando por la barbilla de Jinsoul, hasta su cuello.

La mayor echaba su cabeza hacia atrás dándole mejor acceso y acariciando parte de la piel de Jungeun con delicadeza y suavidad.

Seguidamente fue la camisa de Jinsol la que fue desapareciendo y cuando Jungeun quiso unir otra vez sus labios, Jinsoul la detuvo.

Le pareció extraño, así que se separó para ver sus ojos, los cuales reflejaban algo de nerviosismo.

-¿Que pasó?. -interrogó curiosa, a lo que Jinsol se sonrojó.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora