Heejin es popular, sin querer serlo. Vive confundida por estar enamorada de su mejor amiga.
Hyunjin es parte del equipo de fútbol. Personalidad única, pero parece ser fría, odiosa y cortante.
Haseul es algo torpe e inocente. La más inteligente de su...
Habían llegado hace ya varias horas y lo único que hicieron, fue lanzarse a la cama y mantener la mirada fija en el techo mientras pensaban al mismo tiempo en que iban a hacer.
No tenían tanto dinero como dos personas que tuvieran más de veintitrés años. Solo eran dos adolescentes de dieciocho años, estando disfrutando de la juventud que en algún momento la perderían.
-Sé que vinimos a relajarnos de todo, pero necesito hacerte una pregunta. -Haseul volteó su mirada sobre la cama dejando ver los ojos de Kahei muy cerca suyo.
-Adelante, estoy para escucharte. -sonrió y Kahei volteó su cuerpo para mirar mucho mejor a su pareja.
-¿Ya tienes pensado en que universidad entrar? Me gustaría entrar en la misma tuya, si es que puedo. -Haseul soltó una risa.
Aún no tenía una universidad fija en la cual entraría, pues sus padres le decían que esperara para poder inscribirse en una, cosa que ciertamente le parecía extraño. Sus dos mayores siempre fueron de decirle que hiciera las cosas antes de que fuera más tarde y como faltaban dos meses para que su año escolar terminara, estaba segura de que ellos le dirían que comenzara a buscar una universidad donde poder entrar.
-No... todavía no lo sé, pero tampoco quiero pensar en eso. -la sonrisa de Kahei siempre sería adorable para Haseul y siempre la haría sonreír de igual manera. No sabía si era magia o no, pero que la hiciera sonreír cada vez que ella lo hiciera, era algo hermoso para Haseul.
-Solo era pregunta, pero tienes razón. -la pelirroja pasó su brazo sobre Haseul y acercó su cabeza a su cuello, mientras que la contraria sonreirá por las cosquillas que le generó tal gesto. -Tenemos este departamento por tres días ¿Que haremos?.
-Dormir. -respondió simple.
-Haseul-ah, vinimos a disfrutar. -la de cabello corto sonrió ante eso y se aferró más a la pelirroja.
-Lo sé, lo sé... pero de todas formas quiero dormir más de lo que duermo en toda la semana. -contestó y Kahei no negó esas palabras. La verdad es que ella también lo deseaba.
-¿Dormirás ahora?. -preguntó alzando su mirada hasta poder ver un poco su rostro.
-Contigo si. -asintió y la pelirroja se aferró más a Haseul, dejándose llevar por el momento y la calidez que su pareja era capaz de dar.
Entre ambas cerraron los ojos y el tiempo que pasaron abrazadas así, fue testigo de su verdadero amor. Un amor que era hermoso y que lo sería sin importar las dificultades.
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Estaba de más decir lo inteligente que era Yerim, pero lo negada que era ante admitirlo.
Sus momentos en el salón de clases muchas veces eran de estudio, la gente que podía mirarla siempre le dedicaba miradas que iban llenas de envidia y malas palabras, que Yerim no merecía.