Heejin mordía sus uñas nerviosa. Nunca había sentido tantos nervios en su vida y en ese momento que tenía la presión del tiempo correr contra la supuesta salida que tenía con Ryujin, las cosas cada vez se hacían peor.
-¿Que deseas? ¿Pollo o... ¡¿sopa de arroz?! ¿Es enserio, Heekki?. -Hyunjin volvió a entrar en la sala, dispuesta a recibir una elección de comida por parte de su novia.
Ella era muy buena cocinando, pero jamás en su vida vio en un sobre sopa de arroz. Tampoco era como que le gustara, pero aún así debía preguntarle a Heejin que era lo que quería para comer.
La castaña oscura se volteó sin dejar de morder sus uñas. Frunció su ceño y a paso rápido le arrebató de las manos a su novia, el sobre que era de sopa de arroz.
-Mi tía se está poniendo en forma. Son suyas, no las ocupes. -les dejó sobre la mesa y Hyunjin solamente pudo deducir dos cosas.
Número uno; no haría la sopa de arroz.
Y número dos; Heejin estaba muy nerviosa.
La conocía a la perfección y sabía mejor que nadie que cuando Heejin mordía sus uñas con rapidez, no se sentaba en ningún lugar, parecía estar enojada y prefería mil veces ahorrarse las palabras en su boca, era porque estaba nerviosa.
-¿Por que estás nerviosa?. -cuestionó dejando el sobre de comida encima de la mesa, acercándose a su novia para calmar sus nervios junto a un abrazo.
-No estoy nerviosa. -se excusó, siendo muy obvia ante Hyunjin.
-Ya no tienes uñas, Heejin. Se que tienes hambre, pero no serías capaz de comerte las uñas. -Hyunjin tenía razón, pero Heejin odiaba admitir que estaba nerviosa. Más aún sabiendo el por qué de su nerviosismo.
-Bueno... tal vez si lo esté. -respondió volteándose para poder ver mejor a su novia.
Hyunjin sonrió levemente ante la respuesta de su pareja, sin embargo esa sonrisa se esfumó cuando recordó la llamada que Heejin tuvo con Ryujin y la expresión de nerviosismo que tenía la castaña oscura. No era momento de reír.
-¿Es por lo de Ryujin?. -la mayor no dijo nada, a lo que Hyunjin posicionó sus manos en su cintura con tal de poder darle calma.
-Puede decirse que si... -murmuró y la menor no supo que más hacer, que no fuera abrazarla.
Heejin correspondió ante el abrazo, pero eso no hacia que los nervios se fueran.-Es momento de que hables con la verdad Heejin. Ya no puedes seguir mintiéndote a ti ni a Ryujin... ella merece la verdad. -explicó, acariciando levemente la espalda de su novia.
Heejin podía entender las veces que quisiera que siempre debía ir con la verdad. Lo que no podía hacer todas esas veces, era demostrar que podía decir la verdad.
Siempre se quedaba con el sentimiento entre sus labios y en vez de agrandar la verdad, terminaba agrandando la mentira.-Lo se, pero... -tarde, tres golpes en la puerta de la casa se hicieron escuchar.
Ambas podían tener la posibilidad que era la tía de Heejin, sin embargo la mujer hubiese entrado sin golpear. Además, se encontraba en la cafetería y nadie sabía a qué hora podía llegar a su casa.
Gracias a eso, tanto Hyunjin como Heejin podían deducir que esos tres golpes en la puerta eran de Ryujin.
Hyunjin tomó entre sus manos las mejillas de Heejin, dejando caricias en estás junto a una sonrisa.
-Ya dile la verdad, Heejin. -la menor sonrió y antes de retirarse a lo que era la cocina de Heejin, dejó un beso en la punta de su nariz.
La castaña oscura no supo que hacer, más que mantenerse tranquila. Fuera de nervios, de miedo y con la verdad en frente.
Se encaminó hacia la puerta cuando vio a Hyunjin retirarse y sin antes volver a tomar aire y botarlo con calma, abrió la puerta.
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crónicas de una adolescente | loona.
FanfictionHeejin es popular, sin querer serlo. Vive confundida por estar enamorada de su mejor amiga. Hyunjin es parte del equipo de fútbol. Personalidad única, pero parece ser fría, odiosa y cortante. Haseul es algo torpe e inocente. La más inteligente de su...