Haz las cosas bien.

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Luego de un día, Sooyoung, Jiwoo y Chaewon decidieron ir a visitar a Hyejoo en la tarde. Esta misma no sabía y aquello podía tomarla por sorpresa.

-No digas ninguna estupidez, es un centro médico, no un bar donde tomas alcohol con tus amigos. -Chaewon señaló a la mayor de todas, quien entre sus manos llevaba un pequeño peluche para darle a Hyejoo. No sabía si era un buen regalo, solo lo compró sin pensar mucho.

-No te preocupes, Wonnie. Sooyoung Unnie no dirá nada ¿verdad?. -Jiwoo habló mirando seriamente a Sooyoung, la cual alzó sus manos con inocencia y juntando sus labios entre sí, generando que ninguna palabra saliera de su boca.

-Aún sigo sin entender porque le trajiste un lobo de peluche. Tiene diecisiete años, hasta un libro te lo podía aceptar, no se si aceptara el lobo. -opinó Chaewon mientras que las tres caminaban a la habitación de Hyejoo.

-A veces un peluche es de buena compañía para dormir, yo lo puedo asegurar. -se excusó la más alta, recibiendo dos miradas confundidas.

-¿Duermes con un peluche?... que tierno, jamás te creí capaz de eso. -sonrió Jiwoo, dejando que Chaewon soltara una risa.

-Mi estatura no define lo que soy capaz de hacer. -volvió a defenderse y eso sí que nadie tenía como contradecirlo. Tal vez Sooyoung podía ser una persona muy alta y parecer una chica bastante... "mala", pero realmente era mucho más dulce y buena de lo que aparentaba.

-No discutan por estupideces, ahora no. En su momento privado si quieren se agarran a guerra de almohadas, aquí no. -advirtió la más baja una vez más, para que luego se acercara a la puerta número doce.

La rubia tocó unas cuantas veces, sin esperar un pase. Sabía que habían ocasiones en las cuales Hyejoo no escuchaba claramente el golpe de la puerta, más aún si era ella la que tocaba. Pues para no alarmarla, tocaba despacio y tranquilamente.

-Tocas como hormiga. -murmuró Sooyoung, a lo que ambas menores la ignoraron completamente. No era válido discutir aquello en esos momentos.

Hyejoo al escuchar la puerta abrirse delicadamente, solo supuso una cosa; era ella. Reconocía la manera en la cual Chaewon abría la puerta, por lo que se volteó sonriendo levemente, pero a la vez de manera llamativa.

Su sonrisa pasó de ser hermosa, a ser una mueca confusa cuando vio a Jiwoo y a Sooyoung detrás de Chaewon.

-¿Sorpresa?. -murmuró la más alta y Hyejoo sonrió de lado. Aún así fuera algo que no esperaba, le ponía de buen humor.

-No... no pensé que ustedes iban a venir. -se levantó de estar sentada al borde de la camilla y se acercó a las tres personas que se daban un tiempo en su día para estar con ella.

-Entonces... sorpresa. -expresó Sooyoung, emocionada por la situación. -Toma, es algo que te traje. Tal vez te ayude a dormir o... te haga compañía. -Sooyoung le estiró el peluche que tenía en mano y Hyejoo lo recibió lentamente.

-Ah... gracias, supongo. -a pesar de parecerle algo infantil o algo demasiado adorable para su gusto, la intención era lo que contaba y negarlo podía ser muy desagradable de su parte. No era tan odiosa, tenía un corazón cálido.

-¿Como estás, Hyejoo-ah?. -preguntó Jiwoo, empujando levemente a Chaewon y Sooyoung para poder mirar a la azabache de mejor manera.

Ante eso y el gesto repentino, Hyejoo realmente saltó del susto. No se esperaba ver a Jiwoo de manera tan rápida.

-Bien, bien. -sonrió disimulando el susto que le causó lo anterior.

-Que bueno. Me alegra que estés bien. -su sonrisa se hizo notar y detrás de ella podía ver la mueca extrañada de Sooyoung, a la par que podía ver la mueca de desagrado por parte de Chaewon. -Wonnie nos ha dicho que tú proceso a sido muy bueno.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora