Nunca lo olvides.

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Si bien muchas personas podían aprovechar un día medianamente nuboso para estar en casa, habían otras personas que prefieran salir a caminar por las calles.

En el caso de ambas, caminar era algo que claramente les gustaba en esos momentos.
Era un momento agradable, fuera de todo lo malo que pudiera estar a su alrededor.

La menor no apartaba sus brazos de los hombros de la rubia, mientras que esta simplemente se dejaba abrazar y "querer" por Hyejoo.

Habían personas que se les podía hacer difícil ver ese tipo de situación, sin siquiera saber realmente la situación de cada una.

Por más diferentes que parecieran, ambas tenían los mismos sentimientos. Igual de rotos, al igual que fuertes.

Tal vez Hyejoo en algún momento pudo sentirse atraída hacia alguien... o simplemente las cosas terminaban siendo solamente con Chaewon.
La verdad era que Hyejoo muy poco sabía del amor.

Las dos caminaban por lo que podía ser un parque. En la misma posición de antes, con los mismos sentimientos que se tenían mutuamente.

-Me parece increíble... -repentinamente Chaewon habló, dejando confundida a Hyejoo sobre a lo que se refería.

-¿Que?. -cuestionó intrigada, queriendo recibir la respuesta más entendible.

-Antes estabas a nada de golpearme y ahora eres medianamente cariñosa. -respondió sincera y Hyejoo frunció su ceño de manera confusa.

-¿Quieres que deje de abrazarte?. -eso no era lo que quería decir y no deseaba que sucediera.

A pesar de la diferencia de estatura y de que Hyejoo era... bastante delgada. La calidez que era capaz de entregar no se compraba con nada.

Chaewon podía ser la única persona que se encargaba de sentir la calidez de Hyejoo. Tal vez la única persona que se daba el tiempo de conocerla, verla, tratarla como lo merecía y quererla.

-No, no quiero eso. Simplemente me... gusta que estemos así. -ante esas palabras, Hyejoo no evitó sentir ternura. Algo que muy poco podía generarse en lo que era la azabache. -Me gustaría hacer algo contigo.

La azabache pasó de tener una mueca agradable en su rostro, a una de confusión. Sabía que Chaewon podía llegar a hacer cosas extrañas, pero nunca pensó en ser partícipe de eso.

-Depende ¿de que trata?. -contestó insegura, pero no por Chaewon... o tal vez si. La verdad era que Hyejoo podía confiar en Chaewon, hasta cierto punto.

La rubia al escuchar esa respuesta, separó el brazos de Hyejoo en sus hombros dispuesta a ver la cara de confusión de la azabache y poder hacerla comprender mejor sus palabras.

-Trata de las dos. -si ya de por sí la expresión de Hyejoo era de confusión, en ese momento era cinco veces más confusa.

-¿Que quieres decirme?. -Chaewon suspiró.

Las palabras que deseaba decir no eran fáciles, y sabiendo cómo era Hyejoo, las explicaciones debían ser detalladas y no simplemente con indirectas.

-T-Tu sabes que... nosotras somos algo diferentes en distintos términos. -por más confuso que fueran o que parecieran esas palabras, Hyejoo lentamente comenzaba a comprenderlo.

-Puede que si... -respondió demostrado inseguirdad en sus palabras.

-Bueno... y también sabes que hemos tenido malas experiencias siendo amigas ¿no?. -Hyejoo frunció más su ceño, pero prefirió continuar escuchando a la rubia.

-¿A que quieres llegar?. -preguntó tratando de acortar todas esas confusas palabras y llegar exactamente al punto de la situación.

-A lo que quiero llegar, Hyejoo-ah. Es que... podemos hacer un tipo de promesa. -y ahí fue el colmo de confusión, Hyejoo estaba mucho más que confundida.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora