Agradecía no haberse roto la cara contra el suelo por haber hecho tal cosa.
Si que tenía buen físico, pero solo a ella se le ocurre saltar por la ventana sin tener demasiado cuidado. Por lo menos la ventana estaba algo cerca del suelo y no pasó más allá que un simple golpe en el brazo.
Nunca se escapó de casa, pero como mucha gente dice, para todo hay una primera vez.
Escaparse e ir donde Jiwoo era algo que tarde o temprano suponía que haría. Estar con su novia era muchísimo más importante y mejor que estar en un lugar donde no se sentía tan cómoda.
No sabía que le pasaría si se iba sola a las ocho, casi nueve de la noche.
Suponía que nada malo debía de pasarle, pero la vida puede tener muchas sorpresas, así que no se confío tanto.
Tenía suerte de que los autobuses dejaban de pasar a las once de la noche, por lo que podía ahorrarse el extraño camino hasta la casa de su novia.
La parada de autobuses estaba bastante vacía y a pesar de no tener tanto miedo ante el hecho de estar sola en la calle, parecía que ese momento era la excepción.
El frío, el viento que corría hacía la situación un poco más tensa y solo pedía que el autobús pasara enseguida.
No había tanta gente caminando a su alrededor. La mayor parte de personas cruzaban a la siguiente calle una vez el semáforo les diera verde.
Pasaron largos minutos mientras jugaba con sus dedos. Miraba la calle donde pasaban los autos y esperaba a que el autobús que necesitaba se hiciera notar.
Pensaba positivamente diciéndose que todo valdría la pena. Pasaría más días con Jiwoo, no sólo el fin de semana más el día viernes, sino que también ese día jueves.
Agradeció demasiado a la vida una vez vio el autobús llegar. Subió en el, pagó lo correspondiente y se sentó en el primer asiento vacío que vio.
Viajó durante unos cuantos minutos. Entre que subía y baja gente del autobús terminó llegando a su destino.
Bajó del vehículo y caminó unas cuantas cuadras desde la parada de autobuses hasta llegar a la casa de Jiwoo.
Ya tenía en sus pensamientos que Chaewon les haría compañía esa noche y las otras dos restantes, pero no le molestaba. La rubia era una buena muchacha y no podía negar que la pasaba excelente con ella.
Se acercó a la puerta y tocó un par de veces con tal de que le abrieran. Esperó y pudo escuchar murmullos que no entendía totalmente, pero reconocía que era la voz de Chaewon.
Fue así como le terminaron abrieron la puerta dejando ver a Chaewon con su pijama puesto. Ella sonrió inocentemente.
-Que sorpresa la tuya. -expresó divertida la rubia.
-¿Hola?. -murmuró Sooyoung encogiéndose de hombros.
-Chaewon-ah. ¿Quien..?. -Jiwoo se asomó por la puerta detrás de Chaewon y sonrió inmediatamente al ver a su novia.
-Sorpresa. -sin pensarlo mucho se abalanzó sobre los brazos de la mayor, empujando accidentalmente a la pobre Chaewon.
Besó con ternura cada parte del rostro contrario y Chaewon sentía que estorbaba en esa situación tan amorosa.
-Bueno, me doy cuenta que yo estorbo. -carraspeó la más baja. -Me iré a acostar y si hacen algo... por el bien de todos, háganlo lo más silencioso posible. -dicho eso miró directamente a Sooyoung. -Y tú sabes a lo que me refiero.
-Tranquila, vengo sin hormonas. Por lo menos no tan locas. -soltó divertida y Chaewon rodó los ojos con cierta sonrisa en su rostro.
-Bien, disfruten. -al decir eso salió del campo visual de Jiwoo y Sooyoung hasta su habitación. Luego de eso ambas sonrieron entre sí.
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crónicas de una adolescente | loona.
FanfictionHeejin es popular, sin querer serlo. Vive confundida por estar enamorada de su mejor amiga. Hyunjin es parte del equipo de fútbol. Personalidad única, pero parece ser fría, odiosa y cortante. Haseul es algo torpe e inocente. La más inteligente de su...