crónicas de una adolescente | loona.

Olivia Hye.

-Recuerda llegar temprano, Hyejoo-ah. Y cuídate. -su madre parecía insistir mucho y vaya que le molestaba.

-Esta bien. -pero para disimularlo todo y no llevarse un buen golpe en la cabeza, sonrió.

-Te quiero. Suerte en tu primer día. -su madre le devolvió el gesto de sonreír y ella hizo exactamente lo mismo, en modo de decir "gracias".

Se subió a su motocicleta, sin antes colocarse el casco de protección y dejar su mochila gris en el lugar donde generalmente guardaba su casco.
Prendió el vehículo, el motor sonó algo fuerte y por fin podía poner rumbo hacia la escuela. Lastimosamente.

Son Hyejoo. Una chica extremadamente adorable, cariñosa y amable, bueno...tal vez no.

Hyejoo era de apariencia fría y odiosa. Su personalidad era casi igual, solo que más detestable. Cabello color azabache, labios en una forma bastante peculiar, mirada de odio y frialdad, alta de estatura y muy atractiva. Vaya que si.

Mucha gente podía temerle por tener una apariencia bastante amenazante y una personalidad más que detestable y fría. Pero Hyejoo no era tan así, por lo menos no era una vándala que hacia cosas ilegales por la vida, como mucha gente la solía describir.

Se había mudado de "Incheon" a "Seul" por que su madre había obtenido un excelente trabajo como médica en un hospital. Era mucho mejor que otros trabajos que había tenido en algún momento.

Para Hyejoo fue algo difícil mudarse. Eso implicaba nueva escuela, nuevas "costumbres" y sobretodo nuevas amistades. Eso era lo peor.
Si bien no era amistosa en todos sus sentidos, le agradaba bastante tener amigos, como cualquier adolescente, pero claramente no deseaba hacer amistades en un lugar como lo era esa escuela.

Era una de las mejores de la ciudad y eso implicaba que mucha gente "adinerada" estuviera en esos lugar. A Hyejoo no le agradaba al cien por ciento la gente así, eran muy contrarias a lo que ella podía llegar a ser.

Cuando llegó a la escuela, estacionó su motocicleta en los lugares principales de estacionamiento que se encontraban a la entrada del lugar.

Todo mundo al escuchar el fuerte motor de aquel vehículo retumbar en toda la zona, dirigieron sus miradas hacia Hyejoo. Esta le restó importancia y sacó su casco dejando ver su serio y frío rostro.

Miró hacia la derecha e izquierda encontrándose con un montón de chicos y chicas que prácticamente no le llamaban le atención en lo absoluto.

-Mierda. -susurró entre dientes cuando sintió muchísimas miradas sobre sí.

Dejó el casco de protección en el lugar correspondiente de su motocicleta, apagó esta y tomó su mochila, colgándola en su hombro derecho, dispuesta a entrar a ese horrible lugar.

No sentía incomodidad al percatarse de tantas miradas sobre ella, le importaba muy poco, al igual que los pocos murmullos que se generaban en todo el pasillo.

Digamos que la apariencia de Hyejoo era peculiar.
Vestía con una sudadera negra, una blusa blanca, pantalones igual de negros y unos zapatos "converse" del mismo color.

Mucha gente la miraba con admiración, así como otras personas la miraba con curiosidad y desagrado.
Podía ser la típica chica mala de toda película.