Verdaderos amigos.

1.8K 223 124
                                    

Por mas que no lo quisiera, Heejin tenía que ir a la cafetería.
Ayudar a su tía siempre era algo que debía hacer en algún momento de la semana y aquel no era una excepción.

Generalmente habían muchas ocasiones donde realmente el día de la semana no afectaba en nada de lo que normalmente hacia, pero en esos momentos su situación emocional era un poco peor que antes o en otros momentos.

El hecho de salir de su casa en dirección a la cafetería, no cambiaba su estado emocional ni nada de eso. Era como poner su mano en un río e intentar detenerlo; no pasaba nada.

Aún así, la negación y mala voluntad jamás iban de acorde a ella de manera total. Cosa que en sí era obvia ante el comportamiento que Heejin podía llegar a tener en distintas ocasiones.

El caso principal, era que luego de haber comido esa pequeña, pero deliciosa sopa de pollo que Hyunjin preparó para ambas. Entre ella y sí misma decidieron acompañarse hasta que sus caminos fueran por separado.

Si bien a Hyunjin le faltaba aún una hora para ir al entrenamiento, caminar por la ciudad jamás era una idea que podía descartar. Por lo que aprovechar parte de su tiempo así, prácticamente no era problema para ella.

Heejin estaba muy metida en lo que eran sus pensamientos. Caminaba con una mochila colgada en sus hombros, afirmando los mangos de esta y mirando hacia el suelo como si no tuviera otra cosa que hacer.

La menor la miraba de reojo y podía jurar que Heejin no estaba bien.
Ya no solo aparentaba con ella, sino que también le estaba mintiendo. Cosa que en sí le molestaba, pero a la vez le preocupaba.

Mediante caminaban, Heejin ni siquiera se percataba de lo que tenía en frente o no. Era como que caminar, para ella era algo automático y no era consciente de por donde iba.

-Cuidado. -cuando escuchó esas palabras y sintió las manos de Hyunjin en sus hombros, moviéndola hacia ella para que no se golpeara con algo, Heejin pudo reaccionar y entrar en la vida real. -Casi te golpeas...

La castaña oscura miró hacia atrás y pudo ver como casi se golpeaba con un poste de un gran tamaño.

-No me di cuenta... lo siento. -Hyunjin frunció su ceño sin comprender las intenciones que tenía Heejin con decirle "lo siento" o "perdón".

No entendía cual era su intención con esas palabras y sobre todo, no comprendía el hecho de que Heejin estuviera tan distraída.

-¿Estas bien, Heejin?. -la pregunta debía ser contestada con la verdad, sin mentir. Pero Heejin no era capaz de hacer así las cosas.

-Si. -mintió una vez más.

La culpa la comía por dentro, ya ni siquiera sabía cuando decía la verdad o no.

-Recuerda que puedes contarme lo que quieras. Jamás te voy a juzgar. -tal vez decir la verdad era lo mejor, pero le era complicado.

-No estoy bien... -murmuró de manera casi audible, a lo que Hyunjin frunció su ceño.

-¿Como que no estás bien?. -a pesar del tono de voz, Hyunjin si escuchó a su novia hablar de esa manera.

-No me siento bien. -si bien aguantó las lagrimas, el abrazo que ejerció contra Hyunjin eran sus lagrimas en otros gestos.

Hyunjin tenía dos opciones;

Una: su comida podía haber sido mala y en sí, a Heejin le cayó mal al estómago.

O dos: Heejin estaba mal, emocionalmente.

Veía lo más probable la segunda opción, pues si la comida hubiese estado mala realmente ella también estaría mal. Cosa que no era así.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora