Consejo.

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Ya era de mañana y todas llegaban a la escuela, como correspondía ese día jueves.

Heejin y Hyunjin llegaban tomadas de la mano, sin importarles si las veían o no. Lo que opinaran o dijeran.

-Recuerda hablar con ella ¿si? No quiero que la hagas sufrir y yo tampoco quiero hacerla sufrir. -dijo Hyunjin antes de que entraran las dos a sus salones correspondientes.

Se refería a Ryujin. Sabía que ella no merecía sufrimiento, ni mucho menos por parte de Heejin, así que lo mejor era aclarar las cosas.

-No te preocupes. Lo haré. -Heejin sonrió y dejó un corto beso en los labios de la contraria. -Te amo.

-Y yo. -Hyunjin sonrió de igual manera y se fue retirando lentamente hasta llegar a su salón.

Heejin hizo lo mismo, solo que en vez de irse directamente a su salón y comenzar con la clase, trato de buscar a Ryujin.

La castaña oscura no era de decir las cosas que podrían llegar a herir a alguien. No quería romper el corazón de Ryujin.
Ella no merecía romperlo.

No demoro mucho tiempo en encontrar a la persona que buscaba. Conversaba con unas cuatro chicas más, muy animada.

Se acercó tímida y nerviosa a ella. Tocó su hombro un par de veces y cuando se volteó, sintió muchísimo miedo de decir aquellas palabras.

-Heejin, hola. -hablo animada y feliz.

Heejin no quería romper la felicidad de Ryujin. Le costaba mucho decirle eso.

-Hola... -trato de no sonar nerviosa, pero fue en vano. Ryujin se dio cuenta de su estado emocional.

-¿Por que estas así? ¿Sucede algo?. -mierda, si. Si que le pasaba algo, pero como era una chica que no tenía la cara de decir las cosas como eran, se ponía muy mal y todo era muy notorio.

-Ryujin...sobre nuestra salida...

"Vamos inútil, tu puedes". Se animaba a sí misma, pero sabía que no podía.

-Oh si. Estoy emocionada. -no podía. Heejin no podía romper el corazón de Ryujin.

Y aunque sabía que después las cosas serían peor, no lo diría con tanta facilidad.

-Si...yo también. -mintió.

Ryujin sonrió feliz de la situación y Heejin le devolvió en gesto, de la mejor manera posible.

Después de eso, todo el mundo la odiaría.

[...]

-Creo que...puede ser un buen comienzo de amistad. -opinó Kahei, sentándose al lado de Sooyoung.

Esta le contó todo lo que Jiwoo le dijo anoche y estaba muy emocionada.

-Debes ayudarme. -le pidió, casi de rodillas y la pelirroja asintió con su cabeza, algo confundida.

-¿Por que?. -cuestionó sin saber muy bien a lo que se refería.

-No quiero ser una idiota ni darle una mala impresión ahora que salimos. Dame consejos. -Sooyoung sabía que Kahei no era la mejor consejera del amor, pero estaba segura que era mejor que ella misma.

-Eso es difícil. Tu eres así de nacimiento. -respondió sinceramente. -Es mejor que te quiera por como eres, a que cambies para agradarle. Eso no es una amistad como tal. -la pelirroja tenía razón.

Sooyoung quería agradarle a Jiwoo, pero no podía cambiar tal fácil su manera de ser. Y que la quisiera por como era, no era algo fácil de lograr.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora