crónicas de una adolescente | loona.

De fiesta, esta noche.

-Debes de traerla temprano, Yerim. Por favor, y controla que no coma tanta azúcar. -Haseul parecía una madre.

Una madre responsable que cuidaba a su pequeña amiga, de... prácticamente no la cuidaba de nada.

Después de un mes, Haseul aún no aceptaba totalmente el hecho de que Yerim estuviera saliendo con Yeojin.
De que ambas fueran una tierna pareja.

¡Por favor! Haseul siempre iba a ver a Yeojin como una pequeña totalmente inocente y no era por el hecho de dudar de Yerim, ella era una gran muchacha, pero... simplemente le era difícil verla así de grande.

-Haseul, solo será una salida. Son pareja, déjalas ir tranquilas. -como la de cabello corto se encontraba en la puerta de su casa y con las dos menores frente suyo, Kahei estaba con ellas y se dirigió a su lado para tratar de hacerla cambiar de opinión.

-Lo se, pero... -la de cabello corto largo un suspiro. Tal vez era momento de dejar de actuar tan protectora ante Yeojin. -Está bien, vayan y disfruten.

Ambas chicas sonrieron con ilusión y diversión, pero antes de que pudieran dar otro paso más fuera de la casa, Haseul la volvió a detener.

-Quiero que lleguen temprano, eh. Y no solo tu Yeojin, también tu Yerim. -señaló a la nombrada y esta, apretando levemente sus labios entre sí, asintió con su cabeza.

Haseul les dedicó una ultima sonrisa, al igual que Kahei. En esos momentos, ya podían salir libremente y sin tanta protección por parte de Haseul.

Había pasado ya un mes desde que las cosas comenzaron a ir como lo planeaban. Estaban felices, prácticamente no podían pedir más felicidad.

Haseul estaba bastante centrada en lo que era su trabajo como fotógrafa, al igual que en sus estudios y si le daba el tiempo suficiente, poder salir con sus amigas y con Kahei.

Era por eso que en el último mes, la pelirroja pasaba bastante tiempo en casa de Haseul haciendo cosas aleatorias y claramente cada vez que esta tuviera el tiempo.

La de cabello corto siempre se hacia algún espacio en sus cosas diarias, para que las horas de relajo y cosas divertidas, fueran iguales a las de trabajo y estudio.

Claro que no todo era como quería y parecía ser que los estudios y el trabajo la hacían ganar más tiempo del que podía tener ante sus horas libre.

Ese día Kahei decidió ir a casa de Haseul y esta claramente no le puso ni pero para que pudiera aparecer en la puerta de su casa.
Sus padres trabajan y ella tenía toda la tarde sola, para pasarla con Kahei, estudiar y revisar las últimas cosas de su trabajo.

-Siento que estás siendo demasiado protectora con Yeojin. -habló una vez cerró la puerta levemente.

En el último mes, Kahei realmente había mejorado en su coreano. Estaba bastante avanzada y ya no le era tan difícil poder hablarlo fluidamente.

-Yerim es buena chica, dudo que le haga algo. -la pelirroja iba detrás de Haseul, mientras que esta dejaba caer todo su peso en el sofá.

-No dudó de Yerim, es solo que... -dejó salir un suspiro y Kahei se sentó al lado de ella. -Jamás pensé en que este momento llegaría. No quiero que Yeojin sufra y Yerim tampoco merece sufrir.

La pelirroja frunció su ceño confundida. No entendía completamente las palabras de Haseul.

-¿Que quieres decir?. -cuestionó dudosa e intrigada.

-Bueno... son jóvenes, y Yeojin es mucho más joven. -la mayor alzó sus cejas para más explicaciones. -No saben muy bien lo que hacen. O sea, si lo saben, pero no totalmente.