Déjame tranquila.

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Hyunjin paseaba con su vista exclusivamente sobre su libro. No se daba cuenta ni por dónde caminaba y su cabeza estaba demasiado centrada en lo que era la historia como tal.

Tenía cierto fanatismo con los libros y obviamente que le encantaba leerlos.
Cuando lo hacía, prácticamente no existía una Hyunjin en el mundo real.

Su concentración por el libro que tenía en mano, claramente le generó malas consecuencias. Bueno... no totalmente, chocar con alguien generó un gran susto en ella, pero con solo verle la cara se tranquilizó.

No recordaba la última vez en la cual vio a esa chica, pero recordaba su rostro. Por supuesto que sí.

-Podrías darte... -la chica guardó silencio unos segundos. -Espera... ¿Hyunjin?. -aún no creía muy bien que fuera ella quien tenía en frente.

-¿Sujin? ¿Q-Que haces aquí?. -preguntó confundida, pero con cierta ilusión en sus ojos. Cerró el libro, dejando un dedo dentro de las páginas para no perder la que estaba leyendo.

-Vengo a estudiar, estamos en la misma escuela al parecer. -sonrió tiernamente y Hyunjin no evitó hacer lo mismo. Aquella chica siempre le generó una sonrisa antes de que se mudara de Busan a Seul.

-No te veía hace mucho... ¿cómo estás?. -cuestionó felizmente y Sujin sonrió.

-Bien... sí, estoy bien. ¿Tú? ¿Extrañas Busan?. -Hyunjin abultó sus labios levemente y pensó su respuesta.

Busan fue parte de su infancia y Seul estaba siendo parte de su adolescencia... no sabía que era mejor.

-Sí, igual se extraña lo que se deja atrás. -sonó totalmente sincera, sin dejar de sonreír.

Aquella chica que tenía en frente, fue y era una de sus grandes amistades antes de que se hubiese mudado de Busan a Seul.

El contacto entre ambas luego de su mudanza, no había sido tan frecuente como lo era antes de todo. Y recontarse nuevamente con ella, le generaba cierta felicidad.

-¿Y? ¿Que cuentas? ¿Alguien que ocupe tú corazón?. -cuestionó con cierto tono burlón y la sonrisa de Hyunjin, a pesar de mantenerse firme en su rostro, el brillo que generaba no era el mismo cuando escuchó tales palabras.

Debía de ser sincera, Sujin no tenía la culpa de nada. No tenía la culpa de su ruptura con Heejin.

-Me separe hace unos días... -respondió sincera y con cierto aire triste.

Sujin se arrepentía rápidamente e inclusive se iba a disculpar por tal comentario inapropiado, pero Hyunjin le negó las disculpas.

-No te preocupes, no te disculpes. -la contraria frunció su ceño. -Lo... estoy superando.

Medio mintió, pero en sus palabras también existía cierta verdad.

-Bueno... ¿sabes algo? Haremos lo que siempre hicimos en Busan. -su ánimo cambió automáticamente cuando escuchó aquellas palabras. -Te invitó un helado o algo de comer ¿bien?.

La propuesta no podía ser negada, obvio que aceptaría.

-Conversamos y te cuento las estupideces que hice cuando te fuiste. -sugirió nuevamente y junto a una sonrisa asintió con su cabeza.

-Me parece muy buena idea. -concluyó y la contraria dejó salir una sonrisa amplia llena de cariño y felicidad. Extrañaba a Hyunjin, la extrañó en todo ese tiempo.

-Después de clases ¿va?. -Hyunjin asintió rápidamente con su cabeza, emocionada de la propuesta.

Estaba en receso y su última clase estaba a nada de comenzar, por lo que no debía esperar ya el para aquella salida. A esas horas del día, la paciencia que tenía era casi nula.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora