crónicas de una adolescente | loona.

Padres.

Era bastante tarde, si era sincera, jamás pensó que las películas dudarían tanto tiempo y que el sueño consumiría tan rápido a Sujin.

Realmente no sabía que hora era exactamente, el sueño también la consumía y su cabeza rebotaba en el aire a ratos, tratando a su vez de mantener los ojos abiertos.

Según la ventana de su casa y la luz que entraba por ella, que pertenecía a la luna, era bastante tarde.

No sería capaz de dejar que Sujin se fuera a casa a una hora bastante peligrosa por las calles y que ni siquiera hubiera transporte público. Simplemente no dejaría que se fuera y que se quedara en su casa, prácticamente no era molestia.

Antes de mudarse, Hyunjin se quedaba varias veces en casa de Sujin y lo mismo viceversa. Así que no le generaba incomodidad o desagrado el hecho de que Sujin durmiera en el mismo lugar que ella, ya lo había experimentado.

No quería despertarla, pero debía de hacerlo. Si no... ¿como se suponía que dormiría toda incómoda en un sofá?.

Ella ama de una vez experimentó una situación de dormir en un sofá y vaya que le era desagradable.

Frotó con ambas de sus manos, sus ojos que cada vez pensaban más por el cansancio y el sueño que acumulaba.

Miró a Sujin unos cuantos segundos y sonrió... algo que en sí, también la dejó extraña y no solamente por el sentimiento, sino que también por los recuerdos.

Aún así rápidamente borro todo de su memoria, en menos de un segundo. Colocó su mano sobre el brazo de Sujin y comenzó a mover este levemente.

-Hey... oye, Sujin-ah. -la llamó y esta fue abriendo sus ojos, mediante la insistencia de Hyunjin era cada vez más. -Es... tarde.

La contraria reaccionó de un salto al darse cuenta que aún seguía en casa de Hyunjin.
Al despertar, prácticamente no recordaba que se hubiese dormido en el sofá de la de cabello oscuro.

-Ay... perdóname, no me di cuenta... -Sujin se iba a levantar para poder irse directamente a su casa, sin embargo, Hyunjin la detuvo afirmado su brazo. -¿Que...?.

-Es tarde para que te vayas... ¿por que no te quedas?. -Sujin sonrió con ternura y no dudó en darle la razón a Hyuniin. Después de todo, más de una vez durmieron en el mismo metro cuadrado sin sentir incomodidad y era algo que lo consideraban adorable.

-Claro, no es molestia. -Hyunjin negó dándole la misma razón y Sujin sonrió, tratando de mantener sus ojos totalmente abiertos.

Despertar tan rápido y levantarse de la misma manera, era algo que le generaba mucho más sueño que si despertara tranquila y con calma, sin apuros.

-¿Quieres acomodarte mejor?. -cuestionó con una sonrisa y Sujin asintió tímidamente. -Mi habitación es la primera puerta, al lado de la derecha. -señaló y aquello fue suficiente para que Sujin subiera las escaleras en dirección a la habitación de Hyunjin.

Aún así la hubiese acompañado a la habitación, tenía hambre. Por lo que prefirió acercarse a la cocina y poder sacar una poca cosa para comer antes de acostarse totalmente.

Después de todo, estaba viviendo como quería. Estaba logrando lo que deseaba y ya estaba programando cosas para sus próximos días; tal vez salir con sus amigos o simplemente pasarse un día completo viendo y viendo películas, llena de comida.

Estaba bien, podía decirlo con cierta seguridad. Pero... habían dos partes en su interior y ambas actuaban a su manera de ser.

Estaba la de; "estoy bien", cosa que era verdaderamente cierta