crónicas de una adolescente | loona.

¿Quien fue?.

El timbre de salida había sonado hace pocos segundos atrás. Sooyoung salía desesperada en busca de Jiwoo y el teléfono de esta.

Tenía que lograr que no viera aquella estúpida publicación hecha por Sunmi, y aunque sabía que Jiwoo no era una persona que estuviera tanto en la redes sociales, debía ser precavida.

Ya era hora de salir y obviamente todos los alumnos estaban en los pasillos esperando a que pudieran retirarse del lugar.

Sooyoung debía llegar hasta el salón de Jiwoo con tal de quitarle el teléfono e irla a dejar a su casa. Quería verse amable de acompañarla a casa y poder conversar o simplemente evitar que viera la publicación, aparte de estar más cerca de ella.

Literalmente, el salón de la pelicaramelo se encontraba al lado del de Sooyoung, es por eso que no demoró mucho en encontrarse con ella y poder verla sonriendo.

Jiwoo sonrió de igual manera, pero frunció su ceño cuando la mano de Sooyoung tomó la suya.

-Te acompañó a casa. -la de flequillo achicó sus ojos con duda, para al final terminar sonriendo divertida y feliz.

-No es necesario, Sooyoung. -la nombrada negó con su cabeza. Era necesario en muchos aspectos.

-Si lo es, déjame acompañarte a casa ¿si?. -la insistencia tan amble de la mayor hizo que Jiwoo accediera. No podía negarse, su corazón no se lo permitía.

-Esta bien, como quieras. -la sonrisa de la menor, hacia que Sooyoung se sintiera afortunada de tener a una persona como Jiwoo tan cerca de ella. Solo pedía que no hiciera más estupideces o simplemente viera aquella publicación.

-Haremos algo eso si. -Sooyoung sacó su teléfono de su bolsillo y se lo mostró a Jiwoo. Luego estiró su mano a una estatura baja y esperó a que la contraria entendiera aquella indirecta.

La pelicaramelo no entendió, la verdad es que no. Sabía que Sooyoung era algo extraña algunas veces o muy poco explícita, pero esa vez era mucho peor. No entendía.

-Explícate mejor. -pidió, con la intención de recibir una verdadera respuesta. Conociendo a Sooyoung, toda opción podía ser por parte de ella.

La mayor sacó la mochila de sus hombros y junto a su rodilla la ayudó a apoyarla para poder abrirla, sin necesidad de colocarla en el suelo.

Abrió el cierre y hecho su propio celular dentro de la mochila. Fue ahí donde Jiwoo entendió.

-Sin distracciones. -extendió su mano hasta la menor y esta le sonrió tiernamente mientras le entregaba el teléfono a Sooyoung y la nombrada lo guardaba en su mochila.

-¿Por que?. -cuestionó divertida.

La verdad es que la mayor no era capaz de decir la razón verdadera por la cual escondería el teléfono de Jiwoo en su mochila, y a su vez el suyo.
No lo hacia por la razón que le dio a la pelicaramelo, lo hacia porque no quería que Jiwoo viera el mensaje mientras estuviera con ella, en un círculo muy cercano donde las discusiones eran muy probables, si es que algo malo pasaba.

-Para conversar mucho mejor, sin despistes de teléfonos. -guardó el objeto, cerró su mochila y la terminó colocándosela entre sus hombros, para luego volver a tomar la mano de Jiwoo y arrastrarla contra ella hasta la salida de la escuela.

La pelicaramelo no puso protesta ni se negó, nada más se dejo guiar por Sooyoung hasta la salida de la escuela. Y si era sincera, la mayor comenzaba a ganar puntos para tener una relación mucho mejor. Incluso su corazón comenzaba a acelerarse y sus mejillas a arder.

No quería que nada arruinara ese momento y la extraña relación que tenía con la mayor, pues comenzaba a tener una linda perspectiva de un buen futuro con Sooyoung.