crónicas de una adolescente | loona.

Yo no te aceptaré.

Jiwoo salía de aquella reunión, demasiado agotada. No solo por que tenía sueño, sino que también por lo agotador que era para ella discutir cosas con gente que no conocía totalmente.

Tal vez no era la presienta de nada, pero que ella estuviera en el consejo de alumnos era necesario en la escuela.

-Nos vemos, Jiwoo. -su compañero que estaba con ella opinando en esa reunión, pasó por su lado sonriéndole y tocando su hombro con ternura.

-Claro... -esforzó una sonrisa y ya cuando vio que desaparecía de su vista, dejó salir un suspiro.

No recordaba la última vez en la cual se sintió tan agotada. Lo único que quería era dormir y esa noche ni siquiera había pegado un solo ojo, simplemente por repetirse una y mil veces que era una cobarde y una tonta.

Ya no tenía que hacer contra lo sucedido con Sooyoung, ni siquiera sabía si después de eso las dos volverían a dirigirse la palabra. Pero ella estaba segura que no pasaría eso... por lo menos no mientras ella continuara siendo una insegura.

Su misión era ir a la biblioteca como normalmente lo hacia y de ahí no volver a salir hasta que su otra clase terminara. Por lo que emprendió sus pasos por el pasillo hasta la biblioteca.

Jiwoo no era una persona de ser chismosa o de andar escuchando conversaciones ajenas, pero le fue inevitable no poder escuchar a dos personas murmurando a la vuelta de donde terminaba el pasillo.

Eran dos voces femeninas que a simple odio no podía distinguir si era de alguien que conociera o no.

Se acercó más a la vuelta del pasillo y escondiéndose detrás de la pared, comenzó a a escuchar esa conversación.

Le interesaba, porque pudo escuchar su nombre salir de ella.

-¿Crees que allá funcionado?. -cuestionó una de ellas y Jiwoo frunció su ceño sin entender.

-¿Lo de Sooyoung y Jiwoo? Claro que si... fue un buen plan después de todo. -recapitulando absolutamente todo ese problema que tuvo con Sooyoung, Jiwoo simplemente se dio cuenta de muchas cosas.

Número uno; que fue una completa idiota.

Número dos; daño a alguien que quería.

Y tres; le gustaba Sooyoung.

Tal vez era muy tarde para que se diera cuenta, pero para ella no era tan frecuente el hecho de sentirse tan atraída por alguien o simplemente que se interesara tanto en alguien, hasta el punto de ser desagradable.
Simplemente pensó que era confusión y que simplemente las cosas pasarían mediante sus emociones se aclararan, pero Sooyoung no salía de su cabeza en ningún solo mínimo segundo.

El hecho de escuchar esas palabras, solamente eran para que se diera cuenta lo tonta que había sido y que necesitaba arreglar las cosas tan pronto como pudiera, antes de que fue demasiado tarde.

Podía decir que, a lo mejor, Sooyoung iría al partido de fútbol... o tal vez no.
Simplemente tenía las ganas de verla ahí y poder decirle una y mil veces que lo sentía por haber actuado así y que deseaba empezar todo de nuevo.

Hacer las cosas bien y poder hacerle caso a su corazón de una vez por todas.