crónicas de una adolescente | loona.

¿Quien dijo amistad?.

Los minutos pasaron y Jiwoo había servido bastante para subirle el animo a su amiga.

Llegaba la hora de dormir y Chaewon lo único que quería era cerrar sus ojos y no abrirlos hasta la mañana siguiente, por lo que Jiwoo se dedicó exclusivamente a dejar a la rubia descansar en una habitación aparte a la suya.

La casa de su abuela era bastante grande, por lo que tenía distintas habitaciones que le sobraban y se utilizaba para las personas que se quedaban por la noche o por días. Pues su abuela tenía bastantes amigas, las cuales se quedaban con ella por la noche.

Jiwoo, a pesar de haber mostrado una buena apariencia ante Chaewon, no se encontraba totalmente bien.

Se arrepentía de muchas cosas por dentro. Sobre todo por haber tratado de esa manera a Sooyoung.

Tal vez actuó muy rápido, ni siquiera pensó con claridad sus palabras. Pero había hecho sufrir fuertemente a Sooyoung y no era capaz de pedirle perdón, sabiendo que sus palabras terminarían sonando muy hipócritas, al igual que falsas.

A lo mejor, si marcaba su número, podía mejorar las cosas. O tal vez empeorarlas.
Jiwoo tenía miedo ante eso y no se sentía capaz de hacerlo, porque sabía que al otro lado del vecindario, Sooyoung estaba hecha basura por su culpa. Por su maldita culpa.

Podía pedir perdón y arreglar las cosas, pero luego de lo vivido dudaba si se le sería correspondido. Y como Jiwoo a veces podía ser un poco torpe, en ocasiones como esas empeoraba las situaciones.

Mientras su amiga debía estar durmiendo plácidamente en la habitación de la planta de arriba, ella iba a cometer el peor error de su vida sentada en el sofá, con una linterna entre su mano.

Jiwoo tomó su teléfono y con miedo, al igual que nervios, marco el número de Sooyoung.
Se iba a arrepentir de haber hecho eso.

Pero al otro lado del vecindario, Sooyoung se mantenía encerrada en su habitación escuchando música aleatoria a través de sus audífonos.

Estaba completamente despierta, pero sus ojos pesaban por el llanto que acumulaba desde hace bastante horas.

Indirecta y automáticamente comenzaba a odiar a Jiwoo, pero también la quería.
Ella no le hizo nada malo para que la tratara de tal manera, como si realmente fuera lo peor del mundo.

Cuando la llamada interrumpió su sección de música, sacó los audífonos de sus oídos al igual que el cable que tenían estos en el lugar para conectarlos. Y ya cuando vio el nombre de Jiwoo, solamente se rompió más.

Contestaría, porque no quería parecer una débil ante Jiwoo.
Pero cuando contesto, sinceramente no se atrevía a decir una palabra. Además, ella no tenía por qué iniciar la conversación que Jiwoo creó.

Solamente podía escuchar la respiración la de la pelicaramelo a través del teléfono. Ninguna era capaz de decir algo, y Jiwoo mucho menos podía.

-¿Que quieres?. -el tono de voz era de dolor, al igual que de molesta, enojada y rota por cada parte de su corazón.

Jiwoo trago en seco y respondió con todo el coraje que no tenía.

-S-Solo... -no era capaz de hablar, ni decir alguna sola palabra contra Sooyoung. Y cómo está lo sabía, simplemente bufo y dejó que la situación estuviera entre sus manos.

-Te dire algo, Jiwoo. -la nombrada pudo escuchar como la mayor carraspeaba e intentaba ser fuerte para decir sus palabras. -No vengas con disculpas, cuando sabes que todo ya está más que hecho.

-P-Pero... -ni siquiera la dejó terminar. Sooyoung estaba harta de tantas cosas que Jiwoo hacia, pero que después se arrepentía.

-Lo digo en serio, Jiwoo. Estoy harta de que seas así conmigo, y si realmente me crees idiota, estúpida y una poca cosa, haz algo simple. No te acerques más a mi. -soltó realmente rápido, de manera dolorosa tanto para ella como para Jiwoo.