Heejin es popular, sin querer serlo. Vive confundida por estar enamorada de su mejor amiga.
Hyunjin es parte del equipo de fútbol. Personalidad única, pero parece ser fría, odiosa y cortante.
Haseul es algo torpe e inocente. La más inteligente de su...
Si a algo le temía Jinsol, era a las arañas. Les tenía bastante temor y asco, es por eso que cuando veía una, gritaba demasiado y hacía mucho desorden, nada más por el pánico.
Jungeun no sabía eso, y si debía enterarse, prefería hacerlo por la boca de Jinsol. Que ella se lo contara y no vivirlo sin saber que la rubia le temía a las arañas.
-Jinsoul... -cuando Jungeun comenzó a hablar, la cara de la rubia pasó de ser una sonriente a una de pánico.
Había que decir que aquella cafetería tenía bastantes años y no se ordenaba ni limpiaba con tanta frecuencia como se debía hacer.
-¡Una maldita araña!. -exclamó asustada al ver una araña medianamente grande caminar por la mesa donde se encontraba junto a Jungeun comiendo.
-¡¿Donde?!. -Jungeun saltó del susto y la rubia por protegerse, se subió arriba de la silla donde estaba sentada y junto a su bandeja, que aún contenía comida y bastante, comenzó a atacar a la araña, lanzando comida por todas parte, más todo el cabello, rostro y ropa de Jungeun.
-¿¡La mate?! ¡Dime que si!. -la castaña clara miró toda su ropa llena de comida. Tomó su bandeja y se la lanzó a Jinsoul.
-¡Idiota! ¡Mátala con otra cosa que no sea tu bandeja llena de comida!. -exclamó y una expresión de indignación se apoderó del rostro de la rubia cuando toda la comida de Jungeu se esparció por su ropa y cara.
-¡Pero no me tires la comida de la misma manera!. -ahora Jinsoul le lanzó comida, generando que aquello se transformara en una pelea de comida.
Tanto los alumnos que se encontraban comiendo ahí, como las señoras de la cafetería miraban esa situación con su ceño fruncido.
La verdad es que siempre la señora Byun se encargaba de regañar a los alumnos que, o botaban la comida a la basura, no se la comían o directamente jugaban con ella. En el caso de Jungeun y Jinsol, era "jugar" con la comida, en pocas palabras, desperdiciarla. Y esas situaciones para la señora Byun eran sinónimo de enojos fuertes y que aquellos ojos grandes que tenía se salieran de sus órbitas, por el claro enojo.
-¡Oigan!. -la mujer gritó y todo el mundo, incluyendo a Jungeun y Jinsol, voltearon sus miradas a ella.
Ambas chicas estaban empapadas de comida. Pan, jugo, demasiado desastre en sus rostros y ropas.
-¡Con la comida no se juega!. -la rubia y la castaña clara se miraron entre sí, con su ceño fruncido.
Cada chico y chica que se encontraba en la cafetería sintió impresión al ver a Jinsol cerca de la "antisocial", Kim Jungeun. Pero eso no era la prioridad de la rubia, sino que podía pasarle cuando la señora Byun llegara a su lado.
-¡Había una araña, señora Byun!. -gritó Jinsol, generando que la situación fuera más penosa de lo que ya era, y que risas bastantes audibles se hicieran presentes.
-¡Una araña verán en dirección! ¡Me acompañan!. -Jungeun bufó desagradablemente.
Llevaba tan solo minutos de confiar en Jinsol y ya las mandaron a dirección por "su culpa".
-Me las pagarás, Soulie. -sonrió falsamente, dejando la bandeja con poca comida que tenía sobre ella, en la mesa.
No se sentía un aroma agradable en ninguna, ambas estaban llenas de comida y jugo de naranja.
Cuando vieron a la señora Byun acercarse a ellas, a paso enojado y fuerte. Sintieron el miedo recorrer sus cuerpos y cada espacio de el.
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