Esa persona.

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¿Alguna vez te sentiste triste, sin muchas razones?

Ese sentimiento de sentirte mal emocionalmente, sin tener motivos claros. Bueno... Heejin lo sentía.

Y no era algo que quisiera, había ido al psicólogo y, efectivamente, le habían diagnosticado lo que podía esperar y lo que la mayoría de las personas esperaron ante su comportamiento.

Su terapia comenzó inmediatamente, antes de que las cosas pudieran empeorar y debía de admitir que su primera sesión fue bastante difícil. Estaba recién iniciando.

Quizás Heejin se sentía más pequeña. Sentía que volvía a ser un bebé que debía de ser cuidado muy bien ante cualquier cosa que le pasara. Que estaba dando sus primeros pasos.

Debían de volver a ponerle comida, no era tan responsable de sí misma... simplemente no era como antes. Era algo más frágil.

De pensar más allá en sus actos y lo que hizo antes de todo, aún le costaba pensar claramente. Ni siquiera pensaba bien para sí misma, no sería capaz de pensar bien para otra persona.

El tema de Hyunjin, siempre sería algo de que hablar. Siempre habrían cosas que aclarar y un perdón que decir, con arrepentimiento.

No estaba lista para mostrarle la cara a quien daño demasiado y cuando pudiera arreglarse ella misma, arreglaría lo que arruinó.

Ella no pedía una nueva relación, una nueva amistad o un nuevo comienzo, si es que Hyunjin no lo quería. Simplemente deseaba vivir bajo la consciencia de que a pesar de todo, ell pudo pedir un verdadero perdón y Hyunjin estaba enterada de ello.

Tenía tantas cosas que aclarar, así como también muchas otras por las cuales pedir perdón.

Tal vez la veían como una gran cobarde, probablemente Hyunjin ni siquiera iba a querer verle la cara y ella no pedía que todo volviera a ser como antes o que las cosas fueran a su gusto, solo pedía que después de todo la pudieran perdonar y no sentir que la seguían odiando de fea manera. Quizás lo merecía, pero después de disculparse no veía que aquello fuera necesario.

Su madre la llamó para saber qué tal todo y no mintió, le dijo con la verdad que las cosas eran difíciles en un principio, pero la mujer le respondió que después todo le sería más fácil. Era un largo proceso y Heejin solo tenía que poner de su parte para salir del hoyo negro en el cual estaba.

Eso ya no dependía de la gente que la quisiera o que le diera una verdadera ayuda; todo dependía de Heejin. El cambio venía directamente de ella.

Obviamente que era difícil, pero ya no estaba sola para poder enfrentar aquello. A lo mejor no tenía tanta gente a su alrededor, pero de que no estaba sola, no lo estaba.

Solo era cosa de querer lograrlo. De esforzarse para poder volver a llegar a la cima... quizás no de la manera en la que le hubiese gustado y con quien le hubiese gustado. Pero su error estaba ahí, no podía hacer mucho.

Regresar el tiempo atrás era algo que anhelaba y ser ese alguien que causara felicidad en la persona que la hizo feliz en algún momento, también era algo que deseaba.

Pero... la vida en general no era perfecta y a pesar de no darse cuenta, su vida si podía convertirse perfecta con el tiempo.

Ella misma tenía la capacidad de hacer ese supuesto "trozo de basura", en un lugar donde se sintiera segura de lo que hacía y amar lo que podía generar, al igual que podía amarse a sí misma.

La vida en sí no es perfecta, pero nosotros mismo tenemos la capacidad de hacerla perfecta, con sus defectos y afectos. Y aquello no es para presumir quien vive de mejor manera, solo es para poder ser más feliz que otros días.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora