crónicas de una adolescente | loona.

Felicidad.

Haseul era muy atractiva.

Cabello corto hasta la medida de los hombros. Ojos algo pequeños y alargados. Sonrisa perfecta. Estatura bastante adorable, entre más encantos.

Si le hablaban del amor, rara vez tenía muchas palabras por decir.
Nunca tuvo una relación fija, pero de que se enamoró, lo hizo. Como cualquier persona.

Kahei era igual de hermosa.

Cabello pelirrojo y flequillo prácticamente perfecto. Apariencia muy adorable. Ojos grandes y llamativos. Sonrisa que representaba la inocencia en todo su esplendor. Muy hermosa en pocas palabras.

El amor jamás fue muy cariñoso con ella. Rara vez se sentía atraída hacia alguien o estaba enamorada.

Pero con Haseul...las cosas fueron realmente diferentes.

Haseul sintió lo que era el amor a primera vista cuando chocó con Kahei en la biblioteca.

Entre ambas podían ser una linda pareja. Parecían prácticamente perfectas la una para la otra.

Haseul tenía la necesidad de decirle a Heejin y Yeojin de su experiencia con Kahei.

Sabía perfectamente que Heejin se quedaba al entrenamiento de Hyunjin. Que Yeojin saldría con Yerim apenas saliera de la escuela, ya que su horario de salida era más temprano que el de ella.

Tenía la necesidad de contarle sus sentimientos tan locos a Heejin y Yeojin. Por lo que cuando termino con las clases y Yeojin ya había terminado su supuesta salida con Yerim, le envió un mensaje y le pidió urgentemente que se dirigiera a la cafetería de la tía de Heejin.

Le hablo a la nombrada, pero no le contesto. Aunque sabía que llegaría al local de su tía, si o si. Así que no se preocupó tanto.

Por otro lado estaba Kahei.

Ella no podía contarle a nadie sobre sus sentimientos.
Sooyoung estaba ocupada y ella era su única amiga, al igual que Jinsol, pero esta estaba en las mismas circunstancias. Así que...gritar internamente y sonreírle a la nada recordando a Haseul, era su única opción.

Pero...las dos se preguntaban lo mismo en sus adentros. ¿Eso era un amor a primera vista?.

Ninguna tenía la certeza de responder, pero según todo lo que les pasó, podía que aquello fuera verdad.

[...]

Heejin llegaba a casa destrozada. Aparte de cansada, las lagrimas las llevaba conteniendo desde hace minutos, casi horas. Tenía los ojos hinchados de aguantar el llanto y le dolía la garganta por el nudo que tenía en ella.

Abrió la puerta despacio, casi sin hacer ningún ruido.
Dentro del lugar, el ruido de la puerta abriéndose retumbó en cada esquina. Cuando su tía no estaba, era muy silenciosa aquella casa.

Suspiró apenas entró, dejó posar su mochila en el sofá principal de la sala y a su vez ella también se apoyó en el, lanzándose sin importarle cual fuerte fuera el "golpe".

Deseaba llorar, con todas sus ganas y no dudó en hacerlo.
Las lagrimas cayeron entre sus ojos y los sollozos silenciosos fueron víctimas de toda aquella sala, sin ningún tipo de ruido.

Lloraba, pero ¿por que?.
Mintió y eso lo odiaba, pero sentía que no era motivo de llorar. Si de enojarse, pero no llorar.

Estaba tan confundida sobre sus sentimientos con Hyunjin. La quería, mucho y no como una amiga, pero le era tan difícil acomodar sus pensamientos y sentimientos.
Llorar era su modo de desahogarse. No solo por Hyunjin, sino que también por su complejidad de vida.