Al final del dia. [1/2]

2.2K 275 128
                                    

-¡Creo que ya se en que puedes trabajar!. -exclamó Haseul, emocionada por la idea que se había hecho en su cabeza.

Kahei salto del susto y miró a la contraria con cierta confusión.

-Veras...la tía de Heejin tiene una cafetería. -la pelirroja comenzaba a entender. -Siempre le falta alguien para atender en el lugar. Creo que tú podrías ser perfecta para ocupar ese puesto ¿que dices?. -aquello era algo muy bueno.

Tal vez no era la mejor mesera del mundo, pero hacía lo que podía con tal de ganar algo de dinero. Además, tenía cierta experiencia en ese "trabajo".

Ganaría unos cuantos billetes y tal vez podría comenzar a pagar la escuela, comprar más comida. Muchas cosas podría hacer con el dinero, siempre y cuando la contrataran.

-Creo que es una gran idea. -sonrió y Haseul hizo lo mismo, comenzado a mover hacia adelante y hacia atrás sus manos entrelazadas.

Sonreía, como nunca lo había hecho.

Haseul era tan...tan amable y hermosa ante sus ojos.
Era una persona que se merecía lo mejor del mundo.

-Gracias por la preocupación. -le dijo tímidamente.
Con aquella timidez que la hacía verse sumamente adorable.

La menor no pudo aguantar sus ganas de acercar el cuerpo de Kahei, al suyo.

Jaló la mano de Kahei, la separo de la suya y paso su brazo por los hombros de ella, acercándola a sí misma.

Kahei se dejo abrazar. Se dejó llenar de toda esa calidez y dejó que su cuerpo fuera dueño de los brazos de Haseul.

-No tienes que agradecer. Mañana hablaré con Heejin. -la mayor asintió con su cabeza y dejó pasar su brazo por la cintura de Haseul, apegando su rostro al pecho de la contraria.

Las dos iban de camino a la casa de la pelirroja. Luego de su "cita", ambas se habían conocido mucho y a su vez, se sintieron muy felices de estar juntas.

Haseul se ofreció amablemente de ir a dejar a Kahei al departamento donde vivía. La contraria no se negó, al contrario, se sintió sumamente feliz.

Era tarde y las calles a esas horas estaban bastantes peligrosas.
Haseul no dejaría que la pelirroja se fuera sola a casa y ella se fuera de igual manera, sin preocuparse por Kahei.

[...]

Chaewon se bajó de la moto con sumo cuidado y dejó el casco de la misma manera, detrás de Hyejoo.

Su "salida" no había sido lo mejor del mundo, pero se conocieron un poco más, a través del silencio.

Hyejoo supo a través del silencio que Chaewon no era la típica popular desagradable y odiosa.

Park supo a través del mismo silencio que Son era una persona muy reservada, al igual que no era feliz como tal.

Hyejoo fue a dejar a la rubia a su casa, solamente para sentirse "bien". La contraria lo agradeció en todos los sentidos que podían haber y se sintió bien de haber estado con la azabache en un mismo vehículo, respirando el mismo aire.

Supo de inmediato que ella no era seria, odiosa o simplemente la peor persona del mundo. Ella actuaba así, porque no tenía otra opción para aparentar fuerza y felicidad.

Chaewon supo ese día, apenas vio los ojos de Hyejoo en otra versión, que ella no era feliz.

Aparentaba una felicidad, digna de no sentirla.

Ella no quería presionarla tanto u obligarla a decirle todos sus problemas, porque, aparte de que sabía que no se lo diría, no quería que eso le afectara más.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora