Demasiado alcohol.

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Heejin y Hyunjin se encontraban sentadas en el sofá que tenía esa casa.
Ninguna de las dos deseaba bailar, pero si disfrutar de la música y todo aquello.

La castaña oscura bebía de un vaso con una cierta bebida alcohólica, mientras que Hyunjin simplemente pasaba sus brazo por el hombro de Heejin y miraba a su alrededor con curiosidad. En esas fiestas siempre pasaban cosas divertidas.

-¿Crees que fue buena idea venir?. -preguntó la mayor.

-Tu eras la que quería venir y no era capaz de dejarte sola aquí, con demasiado alcohol. -gracias a esa respuesta, la mayor dejó un pequeño golpe en hombro de Hyunjin.

Sabía a lo que se refería y le parecía divertido en cierto modo.

-No bebo tanto. Me sé controlar. -la menor se encogió de hombros, fingiendo inseguridad. -Hyunjin-ah...

Hyunjin sonrió divertida ante la advertida que Heejin le dijo y como gesto, dejó un corto beso en sus labios.

-Solo bromeó. Se que te puedes controlar con los tragos. -la mayor sonrió y acarició la mejilla de Hyunjin con dulzura.

Estaban a nada de chocar sus labios en un beso apasionado, lleno de deseo. Y ya para cuando sus labios se unían lentamente, Heejin no evito ver a lo lejos a alguien muy conocido para ella.

-¿No es Jinsol la de allá?. -detuvo su cercanía, mirando a lo lejos como una chica rubia, alta y realmente embriagada peleaba contra alguien por otro vaso de alcohol.

Hyunjin frunció su ceño y cuando procesó mucho mejor lo que su novia le había dicho, abrió sus ojos grandes y se volteó para mirar y verificar su esa rubia era Jinsoul.

Ella conocía a la rubia. La conocía muy bien y sabía lo propensa que era Jinsol al caer ante la sustancia del alcohol.

-Mierda. -se separó rápidamente de Heejin y sin importarle nada se dirigió casi corriendo donde la rubia.

La castaña oscura dejó el vaso que mantenía en su mano, en el suelo y corrió detrás de Hyunjin.
También le preocupaba Jinsol, pues en ese mes se había hecho bastante cercana a ella.

Por el lado de Jinsoul y la poca conciencia que mantenía, quería más alcohol. Ni siquiera sabía cómo había llegado a esa situación.

Desde que Jungeun se fue de su lado y esta no volvió en los cinco minutos, extrañamente llegó a beber más de la cuenta.

Discutía contra un chico para que este le diera un vaso más de alcohol. Cosa que no debía de permitir viendo cómo Jinsol estaba.

-Jinsoul. -Hyunjin la llamo como pudo y al ver que esta no era capaz de escucharla a un simple llamado, tuvo que optar por gritar. -¡Jinsol!.

Era momento de separar a la rubia de ese chico. En cualquier momento podía golpearlo con tal de que le diera lo que quería.

Hyunjin no tuvo opción alguna que tomar a Jinsoul de los hombros y separarla de esa situación.
La rubia al sentir aquello, se volteó agresivamente para ver quien la había tomado de los hombros.

-¡Hyunjin!. -exclamó feliz, como si se hubiese olvidado totalmente de su objetivo principal. -¿Como estás? ¿Que has hecho? ¿Que haces aquí?.

El aliento tan fuerte que Jinsol mantenía en su boca, hizo a Hyunjin fruncir su nariz y generar una mueca de asco, que trato de disimularla en cierto modo.

-Mierda, Jinsol. ¿Cuánto bebiste?. -preguntó, sosteniéndola de los hombros. No podía siquiera mantenerse de pie sin perder el equilibrio.

-Uno... dos. Tal vez muchos tragos, Hyunjinnie. -era insoportablemente el aliento de Jinsol y Hyunjin debía de lidiar con esa situación. Era su amiga y debía de quererla mucho para hacer algo así.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora