Enamorada.

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Heejin lentamente comenzaba a arrepentirse de haber hecho ciertas cosas, que afectaron fuertemente a Hyunjin.

De por sí, Heejin dudaba mucho de sí misma y de lo que era capaz de hacer, fueran cosas buenas o malas.
En esos momentos, comenzaba a dudar seriamente de lo que llevaba con Hyunjin hasta ese momento.

Había hecho diversas cosas hasta ese momento, de las cuales era capaz de arrepentirse, pero no de arreglarlo.

La luz todavía no llegaba y lo único que mantenía a la habitación con iluminación, era su teléfono y el de Hyunjin.
La nombrada se encontraba sentada al borde de la cama, intentando ser fuerte ante el golpe de su rodilla.

Le dolía y bastante. Sentía su rodilla latir con dureza y no era primera vez que se golpeaba en ese lugar.

Varias veces estuvo en un partido de fútbol y la lesionaron de manera fuerte, sin embargo cada lesión la pasó sin sentir tanto dolor. Era fuerte en ese aspecto, pero su rodilla dolía de una peor manera.

Heejin se sentía culpable. Si ya de por sí lo hacia normalmente, en esos momentos la culpa aumentaba al cien.
Mirándola apoyada en el marco de la puerta junto a su teléfono en mano, la castaña clara sentía culpa y más culpa.

Lentamente se acercó a la menor que se encontraba sentada a la orilla de la cama, dejando apoyar sus manos en las mejillas de su novia mediante se ponía en cuclillas frente ella.

Hyunjin sintió las manos de la castaña oscura frías apoyarse sobre su piel y eso no le gustaba.
Si tenía frío, ella no tendría problema alguno en darle calor, pero Heejin precia tener otros sentimientos que solo abrazarla.

-Perdón... -murmuró en un tono medianamente alto, dejando caricias en las mejillas de la menor y agachando su cabeza con arrepentimiento.

Según Hyunjin, Heejin no tenía por que disculparse de algo.
Era verdad que también tuvo algo de culpa en su caída, pero no era su total culpa suya y no debía pedirle perdón.

-¿Por que?. -pregunto frunciendo su ceño, acariciando levemente el cabello de la mayor.

Heejin no quería volver a llorar. No quería sentirse estúpida por llorar otra vez.
Era patético llorar, cuando no tenía por que.

-Por lo qué pasó anteriormente... y por más cosas. -la confusión de Hyunjin aumentó con las últimas palabras, dichas en un tono verdaderamente bajo.

-¿Que cosas?. -Heejin ya no podía considerarse fuerte.

Ya no podía continuar fingiendo fortaleza, cuando lo único que tenía en su interior eran pequeñas lagrimas que solo querían salir.

-Por ser como soy, Hyunjin. Por hacerme daño y por no poder detener lo que generó, simplemente a base de cosas que son falsas. -Heejin se refería a muchas cosas que hizo en su pasado y que comenzaba a crear en ese momento.

Aún no le ponía fin a lo que le prometió a Hyunjin, que era el tema de Ryujin.
Tampoco era capaz de decirle a su novia que sentía ciertos sentimientos, que no eran buenos.

No era capaz de decirle a su novia que no se sentía feliz, por más perfecta que pudiera parecer su vida.
Si era verdad que con Hyunjin era completamente feliz, pero la felicidad no duraba todos los días o a cada hora.

Habían veces en las cuales Heejin podía sentirse muy bien, y a la media hora se sentía una completa basura viviendo bajo el radiante sol de la vida.

-Oye... -las manos de Heejin lentamente se retiraron del rostro de Hyunjin, dispuestas a aferrarlas a sus piernas flectadas.

Ahora la persona que tomó entre sus manos las mejillas de su pareja, fue la menor dejando caricias en ellas.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora