Viaje.

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Su brazo rodeaba con total libertad sus hombros y al mismo tiempo ella apoyaba su cabeza sobre su hombro.

Las clases iban a comenzar en muy poco tiempo, pero los pequeños minutos se debían de saber aprovechar convenientemente. Más aún si había amor entre el tiempo.

-¿Hiciste la tarea?. -su pregunta fue tan dulce como el tono de voz que utilizó.

-Claro que sí. -asintió dejando un leve beso sobre la parte superior de su cabeza. -¿Y tu? Supongo que también la hiciste.

-Por supuesto. -Hyunjin no evitó sonreír tiernamente por aquellas palabras.

Si era verdaderamente sincera, jamás se imaginó una relación con Sujin. Desde que tenía memoria era una de sus buenas amistades, nunca pensó que las cosas podían intensificarse más por un sentimiento como lo era el amor.

El timbre las hizo saltar del susto, generando que supieran que era momento de entrar a clases. En un principio pensaron que los minutos antes de entrar a sus clases correspondientes iban a ser muchísimo más, pero ciertamente se equivocaron al pensarlo.

-Listo, momento de entrar. -aseguró Hyunjin, siendo muy obvia.

-Te veo en el receso ¿bien?. -dejando un leve y tierno beso en sus labios, Sujin decidió tomar paso hasta su salón. No quería entrar, pero no era algo que decidía como alumna, se hacía y punto.

-Claro. -antes de que pudiera retirarse, dejó una pequeña caricia en su cabello al igual que en su mejilla.

Cuando su silueta fue desapareciendo y sus pulmones soltaron cierto aire contenido, prefirió de la manera más responsable dirigirse a donde debía ir.

Sus pasos eran continuos hasta que casualmente quiso detenerse para verificar si tenía su teléfono en su bolsillo o no. Era algo que debía de percatarse, no deseaba que la tomaran por sorpresa y su teléfono no estuviera donde debía.

Al detenerse sin muchas intención que no fuera asegurarse de algo, escuchó perfectamente una voz muy conocida para y también un nombre que ciertamente no deseaba escuchar.

La curiosidad le ganó, era imposible no acercarse.

-Claro... no te preocupes, no es molestia. -Hyunjin frunció su ceño, apoyando ambas manos sobre la pared. -No le diré a nadie y te ayudaré... estarás bien, créeme.

Preguntas y más preguntas invadieron su interior. Esa voz era claramente de Ryujin, pero... ¿Por que hablaba con ella?.

Y no, no era de celosa o de enojada por estar conversado con Ryujin y no con ella, era simplemente curiosidad. Porque, después de todo, Heejin también fue bastante basura con Ryujin y lo sabía.

-¿Mañana? ¿A las una y media?... claro, si... está bien. Adiós, Hee. -si, Ryujin se enteró de mucho.

Principalmente de que Heejin estaba realmente "obligada" a volver de Francia y que sus días en Corea serían muchísimo más extensos.

No sabía con demasiada exactitud que sucedía, solo estaba informada de que no se mantenía bien. Heejin no estaba correctamente, ni siquiera estaba bien en conclusión y fue mucha suerte el hecho de que todo fuera a tiempo justo.

Ryujin le prometió a Heejin que no le diría a nadie de su regreso, ya tenía mucho encima como para que el cierto odio que le tendrían algunas personas se hiciera presente en su consciencia.

No fue su intención, realmente no la fue, pero... la curiosidad le ganaba y por mucho. No era preocupación, simplemente preguntas.

Frunciendo su ceño se separó de estar escuchando aquella conversación ajena a ella y desconcertada por la situación vivida se dirigió a su lugar correspondiente.

crónicas de una adolescente | loona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora