Capítulo 13: Dime lo que quieres

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Llegaron al condominio, y el Alfa lo colocó en su cama. Caminó hacia su pequeño y acogedor bar y se preparó un trago de whisky, lo usual.

Jun estaba respirando apresuradamente y soltando unos gemidos que cruzaban la línea entre dolor y necesidad.

Brendan se acercó a un costado de la cama y el Beta se inclinó hacia donde él estaba, como si sintiera su presencia. El Beta tenía sus ojos cerrados y la boca un poco abierta.

"Ahh... hace... mucho calor." Susurró.

Su cuerpo temblaba, y gotas de sudor recorrían su frente. Intentó quitarse su chaqueta, pero se detuvo debido a que fue inútil.

"¡Ugh!" Exclamó un tanto frustrado. No tenía fuerzas en sus extremidades.

Colocó su copa en la mesa más cercana y luego lo ayudó a quitarse la ropa. Primero removiendo su chaqueta, su playera—la cual estaba empapada y por último el pantalón que estaba un tanto ajustado, pero que le quedaba increíblemente bien.

Se quedó mirando sus piernas por unos momentos, eran demasiado bonitas, no muy masculinas pero tonificadas. No tenían ese aspecto musculoso que normalmente tenían los Betas o un Alfa.

Tenía una fiebre muy alta y no paraba de temblar, la droga era muy fuerte y debía expulsar todo ese deseo que tenía acumulado, para que los efectos se fueran aliviando.

Jun solo soltaba suaves lloriqueos cada vez que se tocaban directamente. El Alfa pensó que se veía muy tentador.

Su respiración estaba cada vez más entrecortada. Sus labios carnosos estaban rojos como cerezas y sus mejillas aún más sonrojadas. Su piel contrastaba con sus oscuras sábanas y su cabello rubio resplandecía como hilos de oro blanco al hacer contacto con la luz.

"Ayúdame, ya no... puedo—por favor,"Abrió un poco sus ojos y extendió su mano agarrándolo de su pantalón.

"... espero que me agradezcas cuando todo esto termine."

"Si." Murmuró inmediatamente, era claro que no entendía nada de lo que Brendan decía.

El Alfa se quitó su chaqueta y remangó las mangas de su camisa, desabrochó sus pantalones y bajó la cremallera, pero no sacó su miembro que se encontraba erecto, y presionado contra sus bóxers. Dejando en evidencia un gran bulto que parecía que iba a explotar en cualquier momento.

Incluso sabiendo lo atractivo que era el Beta, aún le sorprendía lo excitado que estaba.

Subió a la cama, giró su cuerpo y se colocó detrás de él. Jun se encontraba en un costado con su cabeza recostada en una de sus almohadas.

Presionó su cuerpo a su espalda y el Beta soltó un suave suspiro de alivio, lo que hizo sonreír al Alfa porque fue adorable. Acarició sus brazos suavemente y pudo notar como el Beta se estremecía al sentir su tacto.

Acarició brevemente sus pezones, haciéndolo temblar y luego bajó a su abdomen, para finalmente agarrar su pene que se encontraba dentro de su ropa interior.

"Uhh... Ah."

Brendan se quedó inmóvil y solo lo sostuvo posesivamente. Ya había líquido preseminal derramándose sobre las sábanas. Las caderas de Jun se empezaron a mover lentamente para encontrar fricción y se quejó cuando no era suficiente.

"P-por favor...¡ah!"

"Por favor, ¿qué?" Susurró en su oído y luego mordió su oreja.

"Ahhh... unh."

Lágrimas empezaron a caer de sus ojos mientras se estremecía y se dio cuenta de que  se había venido tan solo con eso, y su erección no se calmaba.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora