Laureles y Peonías

Capítulo 15: ¿Un acuerdo?

Semanas antes, Brendan estaba en la cocina preparándose unas tostadas como acompañamiento a su café. Escuchó cuando una puerta rechinó suavemente y supo que Jun ya se había despertado. 

El Beta pensó que estaba siendo muy sigiloso, pero estaba al tanto de todos sus movimientos. Se giró y pudo verlo tratando de escapar y le causó gracia.

"Pensé haberte escuchado decir que me agradecerías por la ayuda."

Jun se exaltó como un gatito asustado y el Alfa disfrutó ver su cara de sorpresa. Ya había visto muchas de sus expresiones y no podía esperar para descubrir más de ellas.

"¿Señor? ¿Cómo es que—"

Pudo ver sus pensamientos reflejados en su cara, era obvio que estaba recordando lo que había ocurrido anoche.

Incluso para él fue algo increíble, ya que no pararon hasta casi el amanecer. No entendía que era lo que le atraía tanto del Beta, pero no podía quitarle los ojos de encima. Había pasado mucho tiempo desde que le había interesado tanto alguien.

Si hubiese sabido que sería tan bueno, lo habría hecho mío antes.

El Alfa solo sonrió al escucharlo decir que no recordaba nada—era una mentira tan obvia. El Beta no sabía mentir en lo absoluto, pero se encontraba de buen humor y siguió su juego.

Lo dejó ir a casa y ni siquiera le recomendó darse un baño. El hecho de que estuviera cubierto del olor de sus feromonas le causaba una satisfacción indescriptible.

Pudo ver las reacciones de sus guardaespaldas cuando Jun se acercó a ellos, pero el Beta no estaba consciente de lo que pasaba a su alrededor.

Su cuello estaba lleno de mordidas y sus labios rojos, claramente usados. Vio cómo uno de ellos se quedó mirándolo más de lo debido y le envió una clara advertencia. El guardaespaldas—quien era un Alfa, reaccionó inmediatamente y desvió su mirada.

Se alegró de que fuera Beta y no pudiera sentir sus feromonas, ya que ciertamente, actuaba un poco extraño cuando estaba cerca de él. Nunca se había sentido tan posesivo por alguien y pensó que la pasaría muy bien por un tiempo y luego se desharía de él como lo hacía con todos.

Pensaba que apegarse a una persona solo lo volvería débil y vulnerable—como su padre, quien era un Alfa dominante y aún así se dejaba manipular por su pareja... y no quería parecerse a él en lo absoluto.

Se sentó en su sofá y, tomó de su taza de café mientras veía el auto donde iba, alejarse.

•

Debido a todas las reuniones que tenía últimamente, Brendan casi no paraba en la oficina.

Muchas de sus campañas se habían lanzado al mercado y habían sido un éxito rotundo. Un gran número de compañías estaban tratando de establecer algún tipo de colaboración con Rousseau & Andrianno.

Tal como predijo, Jonathan de FioreFarma confirmó que aceptaba el contrato que había propuesto y ya estaban en negocios. Todo iba perfecto, aunque por alguna razón se sentía inquieto.

Llegó a la compañía después de terminar una de sus reuniones con el director de una película, donde sería un patrocinador. El lugar estaba concurrido debido a que hubo un problema con uno de los modelos—era una campaña que debía ser lanzada en un mes y había sido retrasada—por lo que se estaban haciendo nuevas audiciones. La recepción estaba repleta de aspirantes y los Omegas no paraban de hacerle ojitos para llamar su atención.

Brendan contaba con modelos en su empresa, pero le gustaba abrir aplicaciones y descubrir talentos para darle oportunidad a caras nuevas. Pensó en elegir uno de los que ya tenía, sin embargo, no quiso romper con la tradición.