Laureles y Peonías

Capítulo 101: Marbella - Parte 2

Ya habían pasado varios días en una bien recibida tranquilidad. Se había familiarizado con algunos de los Omegas del refugio, especialmente los mayores—quienes se encargaban de los quehaceres de la cocina. Eran extremadamente agradables y le ayudaron con algunos platos que no agitaban su estómago, debido a lo sensible que estaba por su embarazo.

Los Omegas jóvenes eran un poco distantes, había intercambiado palabras con algunos, pero como le habían informado, se tomaría más tiempo ganarse su confianza.

Mikhail había regresado a la ciudad, por lo que ahora tenía el inconveniente de no tener un Alfa que le ayudara con sus sesiones feromonales para estabilizarlas. Le había prometido volver a visitarlo, pero puntualizó que no sería pronto o a menudo, ya que no era una buena idea debido a su particular situación y para no generar sospechas.

"Este es el piso que aparté para ti." Expresó Quinn, sacándolo de sus pensamientos. En ese momento se encontraban en el lugar que sería su hogar durante los próximos meses—y lo mostraba con mucho entusiasmo. "Aún necesita algunos arreglos, pero uno de nuestros chicos se está encargando de ello. Estás solo a quince minutos del refugio, así que puedes visitarnos cuando quieras," Expresó genuinamente, con una sonrisa.

"Gracias,"Jun asintió y los ojos del Alfa brillaron en aprobación. "Es muy acogedor." Expresó genuinamente.

"Me alegra que te guste. Este edificio aloja otro de nuestros Omegas." Aclaró su garganta. "... Es mi hermano, quien hizo una petición parecida a la tuya. Los demás en su mayoría son turistas o gente del pueblo—así que ten cuidado con quien hablas y que tanta información proporcionas. El centro del pueblo esta a solo cinco minutos, pero no vayas allí solo."

"Entiendo, lo tendré en cuenta." Tocó su abdomen distraídamente, y acarició el área con cuidado.

La mujer lo miró con ojos entrecerrados. "¿Estás embarazado?" Preguntó, curiosa. "He notado que tocas mucho tu estómago."

"Ah—sí," Se veía avergonzado. "Pensé que ya sabías."

"A pesar de ser el líder, trato de no inmiscuirme en la vida de los demás. Además, si se lo contaste a uno de los mayores, créeme que no dirán nada. Se llevarían un secreto a la tumba," Bromeó. "... ¿De cuántos meses?"

"Cumplí dos recientemente."

"Entiendo." Estuvo pensativa por varios instantes. "Tenemos un doctor muy bueno. Deberías dejar que te revise de vez en cuando,"

Jun lo miró con escepticismo.

"Fue aprobado por Alessio. Podría ser de gran ayuda en su ausencia," El Alfa sonrió con seguridad y le devolvió el gesto, sintiéndose al mismo tiempo un tanto avergonzado al hacer su duda tan evidente.

"¿Él viene mucho aquí?"

"De vez en cuando. Además, me dijo que quiere mantenerse informado de tu avance. Pensé que se refería a tus feromonas, ya que son un poco inestables."

"Oh." Su rostro mostró la sorpresa ante el comentario.

"Sí, se me hace fácil notar esas cosas." Tocó su nariz con humor.