Capítulo 111: Complot

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El auto se había alejado hace varios minutos. Brendan miró nuevamente su teléfono, pensando si debía llamarlo exigiéndole que regresara temprano o simplemente dejar que volviera junto a los demás cuando prefiriera. La verdad era que verlo tan triste le había molestado bastante, sus ojos llorosos y mejillas sonrojadas habían causado tumultuosos sentimientos.

No me gusta verte llorar.

Fueron palabras que estuvo a punto de enunciar, pero se contuvo. Recordó el beso que compartieron en el lugar y tocó suavemente sus labios—percibiendo aún su olor como si tuviera residencia en sus sentidos.

Adoraba la intimidad que compartía con el Omega, y no podía esperar para tenerlo en su cama nuevamente y cojerlo cuantas veces quisiera—estaba hambriento. Sin embargo, el agradable pensamiento fue arruinado una vez entró a la mansión y se encontró con Donatella, y debido a la expresión en su rostro, evidentemente fue testigo del íntimo momento.

"Estás cometiendo un error." Criticó en un frío tono de voz.

"Este tema ya se está volviendo viejo." Respondió con frialdad. "Escuché lo que sucedió con la pintura. Espero que sea la última vez que intentes ese tipo de artimañas," Continuó su camino, mientras que la mujer miraba hacia algún lugar con una siniestra resolución en su semblante.

Brendan chasqueó su lengua al pensar lo molesto que era el comportamiento de su abuela, y no lograba entender a qué se debía su rechazo hacia Jun.

A pesar de que era un miembro de su familia, nunca tuvieron una relación cercana. Debido a que su conducta siempre le dio la impresión de que solo formó una familia para alimentar su ego, y presumir un clan de altos genes dominantes ante los demás—los cuales solo eran gracias a su abuelo y era un hecho que evidentemente detestaba.

Donatella era un Omega extremadamente recesivo, por lo que recibió el rechazo de la Cosa Nostra luego de su padre y hermano fallecer y tuvo que casarse con un Alfa para mantener su posición. Sus feromonas eran muy débiles, por lo que fue prácticamente un milagro que pudiera tener hijos—los gemelos fueron el único embarazo que pudo gestar, y la consideraban una mujer con suerte.

Dimitri decía que su personalidad no era tan detestable en el pasado, pero el Alfa dudó este hecho. Sabía de su negligencia hacia sus hijos, al solo dedicar su tiempo para interactuar en fiestas de la elite... comportamiento que no había cambiado a lo largo de los años. No era creíble que simplemente haya cambiado luego de lo sucedido con Salvatore y aquel Omega—lo cierto era que usaba su posición como una forma de herir a otros, y Brendan lo detestaba porque solo dejaba en evidencia su complejo de inferioridad. Todo era debido a que su abuelo nunca la consideró como su Omega, su pareja.

Ya habían pasado más de tres horas y pronto Jun volvería, por lo que salió del estudio al terminar su reunión de esa tarde. La verdad era que el trabajo se había vuelto caótico esos últimos meses, debido a que su atención estuvo enfocada completamente en la búsqueda.

Aún no pudo determinar quién había filtrado la información con certeza—pero tenía una idea, y colocó una trampa la cual ya estaba en marcha, por lo que solo quedaba esperar a que cayeran en sus manos.

El Alfa decidió ir a su habitación para así asearse, y luego regresó al ala principal a esperar por Jun. Ignoró las llamadas perdidas en su teléfono, puesto que su día fue muy saturado y necesitaba un receso. Además de que su interés ahora estaba enfocado en una sola persona.

Escuchó un bullicio en la sala y se dirigió allí con curiosidad. Su rostro sereno pasó a uno de confusión una vez vislumbró el área.

Ambrose estaba llorando sentado en un sofá mientras era sostenido por Dimitri, y Noah se veía preocupado a medida que Dante lo observaba desde su asiento. Parecían contemplar cómo informar lo que había sucedido.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora