Capítulo 33: Compras

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Ambos se encontraban en la Sala Dorada, mientras Ambrose observaba el menú con una leve sonrisa.

"La comida de aquí tiene buena reputación. Creo que lo único que le faltaría al edifico, sería un bar." Lo miró entusiasmado. "¿Qué opinas?"

"Bueno, creo que debería hablarlo con Bren—el Señor Russeau, quizás lo escuche. Es una buena idea,"

Ambrose se rió. "¿Tú crees?"

"Por supuesto, tener una gran variedad de tragos mientras tiene sus reuniones en un ambiente acogedor, suena como una buena idea."

Jun así lo creía genuinamente, pero sabía que quizás muchos solo pensaban que estaba tratando de ganarse su favor. Lo podía sentir debido a las miradas que le lanzaban algunos, los cuales estaban muy pendientes de su conversación.

En el área no habían bares cerca donde los trabajadores pudieran pasar un buen rato y tomarse un trago. Además, había un área vacía y sería la ubicación perfecta para un proyecto como ese.

"Me agradas," Ambrose llamó a uno de los camareros y ordenó una hamburguesa. Jun lo miró curioso.

"Estoy un poco cansado de la comida Gourmet, así que comeré algo diferente hoy."

"Ah ya veo, yo ordenaré pasta. Tengo varios días queriendo comerlo."

Ambos almorzaron tranquilamente y Jun respondió algunas de las preguntas de Ambrose. La mayoría eran acerca de Brendan y cómo le iba en el trabajo—preguntas comunes de un padre preocupado.

Jun aún estaba confundido y no entendía porqué había mostrado interés en él.

"No eres uno de los que acompañaron a mi hijo el fin de semana," Lo miró curioso. "Creí que estaban saliendo."

Jun tosió al casi ahogarse con su copa de vino. "No, no. Solo soy su secretario. No estamos en ese tipo de relación."

Ambrose lo miró sospechoso al notar sus nervios. Jun se sentía un poco culpable al negar su extraña relación con su hijo pero técnicamente no estaba mintiendo.

"...okay." Ambrose sacó una agenda de su bolso y un bonito bolígrafo. "Quiero que me ayudes a visitar estos lugares."

Ambrose señaló una gran lista de renombradas tiendas y direcciones que ni siquiera conocía. Aparentemente quería usarlo como guía turístico, y a pesar de que le caía bien, sintió que era un poco presuntuoso. Ambos se pararon de la mesa y se dirigieron a la salida.

"Lo siento pero no creo que pueda. Es decir," Jun lo miró para ver la expresión en su cara y este solo sonreía levemente. "Tengo que encargarme de los asuntos de Brendan y no tendría tiempo de hacer ambas cosas."

"No re preocupes, él ya lo sabe y tengo permiso para robarte por unos días." Se paró de su asiento y guardó sus pertenencias. "Dijo que Kevin se encargaría de todo y solo tienes que enviarle la agenda de esta semana. Ya que aparentemente eres tan competente que tienes todo listo por días adelantados."

"Si pero creo que debería hablar con él—"

"Nuh-uh," Ambrose se acercó y se enganchó a uno de sus brazos. "No mas peros, vayamos al primer lugar. Necesito comprar varias cosas."

Ambrose lo arrastró a la salida mientras reía y lanzaba miradas aterradoras a algunos de los empleados que los observaban.

En el camino entablaron una conversación donde Jun también le recomendó algunos lugares que conocía.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora