Capítulo 12: En el Bar - Parte 2

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"Amor, ¿quieres que ordene algo para ti?"

Un Omega de estatura pequeña y con pecas en su bonita cara le preguntó coquetamente al Alfa, mientras lo abrazaba. A pesar de que tenían unos meses teniendo encuentros sexuales, el chico se estaba tomando libertades que no le correspondían.

Aún no le creía que se habían encontrado por coincidencia en el bar, pero lo estaba ignorando por ahora. 

"... No." Respondió cortante.

"Brendan, ¿ya pensaste qué compañía escoger para tu siguiente campaña?" Preguntó abruptamente uno de los Alfas al otro lado de la mesa.

Este tipo de situaciones no eran nuevas para él, siempre intentaban hablar de negocios, incluso cuando solo salía a divertirse. Creían que tendrían mayor oportunidad por creer que eran cercanos.

"No vine aquí para hablar de negocios, Frank." Dijo mientras terminaba su trago. "Solo vine a divertirme un poco, dejemos ese tipo de conversaciones para horarios laborables."

"S-sí, tienes razón." Respondió el hombre apenado.

Alguien a su lado empezó a reírse con fuerza. "Nunca cambias, hermano."

El fornido chico, de piel bronceada, tenía el cabello castaño ondulado que le llegaba a sus hombros y vestía ropa de marca. Estaba sentado con un Omega pelinegro en su regazo y lo miraba con unos ojos juguetones.

"... Aún no me has dicho que haces aquí. Deberías estar en Francia."

"Solo quería conocer un poco la ciudadlos lugares divertidos," dijo sonriendo ampliamente. "Creo que padre quiere enviarme aquí para reformarme o lo que sea. Quiere un Brendan 2.0, imagínate."

"Tienes que aprender a manejarte mejor, no tienes que dejar de hacer lo que quieras. Pero al menos disimula y haz un equilibrio,"

"¿Así como lo haces tú? No voy a ser un hipócrita." Dijo con su frente arrugada.

"Si no quieres perder tu herencia, deberías pensar seriamente en lo que te digo." Dijo mirándolo a los ojos. "No durarías ni una semana sin la ayuda de padre." Le respondió con una voz fría.

"¡Ja! Suenas tan seguro,"

"Dante, ¿crees que no sé qué dejaste de asistir a la universidad?"

Alzó su mano y un mesero se acercó a su lado, ordenó otra copa de su whiskey favorito y el chico se retiró rápidamente al notar la atmósfera tan pesada.

Todos en la mesa estaban tratando de ignorarlos y continuaban conversando mientras fingían estar pendientes a sus acompañantes.

No podían escuchar la conversación claramente debido al volumen de la música y otros no podían siquiera entender, ya que estaban hablando en francés. Pero era más que obvio que estaban discutiendo.

"¡Tú...!" Su hermano colocó agresivamente su copa en la mesa, causando el derrame del líquido y un fuerte estruendo. "¿Me estás espiando?"

"Tengo que vigilarte para que no causes problemas a la familia."

Dante solo se rio cínicamente.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora