Capítulo 99: Ese día

2.3K 380 35
                                    

Jun se levantó esa mañana del domingo con una sensación de pesadez en su cuerpo—la discusión de la noche anterior lo había afectado.

Decidió tomar un baño para refrescarse y calmarse un poco. Al ver su reflejo en el espejo, notó que sus ojos estaban enrojecidos debido a la falta de sueño y al estrés acumulado—un suspiro escapó de sus labios al reflexionar lo compleja que se había vuelto su situación. Deseaba permanecer en cama durante todo el día, pero sabía que debía comer algo. Un olor apetitoso llamó su atención y se dirigió a la sala.

Sus ojos se expandieron al observar las maletas apiladas en el suelo, y miró a su amigo, quien se encontraba en ese momento en la cocina.

"¿Qué es todo esto?" Preguntó, olvidándose de su apetito.

"Nos vamos hoy." Respondió sin voltearse a mirarlo.

"¿De qué hablas?" Se veía alarmado. "No nos recibirán, nos dijeron que estarían listos en unas semanas."

"No irás ahí." El Omega se volteó a mirarlo con ojos decididos. "Estuve pensando, y no creo que sea buena idea que vayas a uno de los refugios... Los Russeau tienen muchas conexiones, Junnie. Estoy seguro de que te encontrarían en días si lo hacemos así."

"Pero—no estamos listos,"

"Confía en mí, ¿está bien?"

Jun miró hacia los amplios ventanales y suspiró profundamente. "Nunca pensé que pasaría por una situación como esta, es agotador."

"Lo sé," Se acercó donde estaba, sosteniendo un plato en sus manos y sonriendo cálidamente. "Comamos algo primero," Jun asintió y se dejó guiar al comedor.

Dio mordidas a la comida—que parecía muy apetitosa, pero sabía a nada en su boca. Kayden lo miró con ojos preocupados, pero no dijo nada, los dos sabían a qué se debía su estado de ánimo.

"Llama a aquel Alfa, para que nos ayude." Jun lo miró confundido. "Con el que tenías la cita hoy."

"¿Estás loco? ¿Quieres que le diga todo y además que nos ayude a huir... hoy?"

"Sí."

"Kayden."

"No hay de otra, necesitamos la ayuda de un Alfa y es el único disponible. Es decir, no podemos ir donde tu hermano por el problema con tu padre y no podemos ir donde alguien que conozco porque no confío en ninguno."

"... No tengo tanto tiempo conociéndolo."

"Pero al menos sabes que no se lleva bien con Brendan, y eso es algo bueno."

"¿Y si se niega?"

"No lo hará."

"¿Cómo sabes eso?" Preguntó, un tanto irritado esta vez.

"¿No te has visto en un espejo?" Expresó el Omega con una bonita sonrisa en sus labios, y haló sus cachetes de forma afectuosa. "No hay forma de que se niegue a esos lindos ojos que tienes."

"Ya para." Alejó su mano, tratando de evitar reírse, y lo miró devolviéndole la misma calidez. Estaba agradecido de que su amigo estuviera allí, brindándole apoyo.

Ambos terminaron de comer rápidamente, ya que sabían que sería un largo y tedioso día. Fueron donde Alessio para hacerse un rápido chequeo debido a la incomodidad que sintió la noche anterior, y porque era algo que lo tenía muy preocupado. Afortunadamente, no había ningún problema—pero el doctor recalcó que debía ser extremadamente cuidadoso con el estrés.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora