Al quinto día, Jun continuó trabajando mayormente desde casa. Sin embargo, tuvo que pasar por la oficina para así arreglar un error que debía manejarse en persona.
Además, debía entregarle a Brendan una actualización del lanzamiento que sería en menos de una semana, pero decidió enviarlo con Sofía para así evitar verlo.
Sus viajes al baño fueron frecuentes ese día, y al notarse que aún no se encontraba completamente bien, lo enviaron a su casa.
Ese mismo día decidió ir a su cita con el doctor mucho antes de la fecha que ya tenía pautada—había hablado con Alessio antes de irse a Italia y se suponía que tendría una cita dos semanas después de llegar. Sin embargo, la situación lo ameritaba, era obvio que debía verlo lo antes posible. Además, los malestares habían empeorado y era más que obvio que necesitaba la opinión de un doctor.
Kayden no dejó que Jun tomara las llaves del auto, y manejó hasta la clínica. Se había vuelto exageradamente cuidadoso luego de saber los resultados de la prueba. No lo dejaba hacer prácticamente nada y nunca paró de preparar sus comidas. Jun se sentía mimado.
Caminaron por el pasillo de la clínica, y pudieron ver algunas personas felices con sus parejas y otros mostrando sus protuberantes vientres con orgullo. Jun sintió un dolor en el pecho ante la vista—y se dio cuenta de que lo que sentía era envidia.
Como le gustaría poder compartir la noticia que acaba de descubrir con entusiasmo—anunciarlo al mundo. Pero no podía, la verdad era que estaba asustado—feliz, pero asustado. Nunca pensó que podría tener un hijo, pero haría todo en su poder para no arruinarlo—debía proteger esa oportunidad con todas sus fuerzas. No iba a dejar que nadie le quitara ese rayo de luz que había recibido luego de haber estado tanto tiempo perdido en las sombras. La sombra de su familia, todos los secretos—y ahora posiblemente la de Brendan.
Tocó su estómago suavemente y sus ojos se veían decididos.
Te protegeré.
Jun estaba tan distraído que no pudo notar la expresión de Kayden, quien lo observaba con preocupación en su rostro.
Entraron al consultorio de Alessio después de tocar, y este se encontraba detrás de su escritorio leyendo un documento. El cual colocó en la mesa y lo alejó al momento de verlos. Sus bonitos ojos se veían amigables detrás de sus lentes.
"Debo decir que me sorprendió bastante tu llamada. ¿Todo bien con los medicamentos?" Preguntó el doctor un tanto preocupado y se puso de pie para darles un apretón de manos. "¿Has tenido algún tipo de efecto secundario?"
"No, doctor. Yo—estoy aquí por otra razón."
El doctor lo miró curioso. "Bueno, tomen asiento y denme los detalles. Ya te dije que solo me llames Alessio," Se sentó elegantemente. "Es la primera vez que vienes acompañado, y estoy curioso." Agregó sonriendo.
Jun le devolvió el gesto con una genuina pero nerviosa sonrisa. No estaba allí para una simple visita rutinaria después de todo.
"Me gustaría hacer una prueba para confirmar un embarazo." Dijo rápidamente.
"Oh," Alessio miró a Kayden. "¿Es para tu amigo? Hice una excepción contigo por tu situación, pero no puedo hacerle exámenes médicos sin permiso de su Alfa."
Kayden chasqueó su lengua. "Yo no tengo, y tampoco necesito un Alfa." Dijo en un tono serio y Alessio sonrió levemente.
"... entonces necesitaría el permiso de tu Alfa familiar."
Jun aclaró su garganta para interrumpir la conversación que parecía que se convertiría en un malentendido y miró al doctor con expectativa. "Es para mí."
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Laureles y Peonías
RomanceDespués de prácticamente ser ignorado por su familia por ser Beta, Junne se muda a otra ciudad para comenzar una nueva vida lejos de ellos. Pero al tratar de vivir tranquilamente, llama la atención de un Alfa dominante que está más que dispuesto en...