Laureles y Peonías

Capítulo 133: Un invitado inesperado

No había otra forma de describir lo que sus ojos veían más que llamarlo insólito. Con el paso de las semanas, la atmósfera en el condominio era apacible y familiar. Los Russeau y los Fiore parecían llevarse bien, especialmente Edward y Brendan.

Jonathan siempre se mantuvo un tanto alejado, pero nunca se quejó de la situación. Su desaprobación era bastante evidente para todos, pero Edward nunca mostró estar herido por su comportamiento.

A pesar de sus evidentes ganas de irse, Jun lo convenció para que se quedará unos días, pero parecía estar a punto de morir si se quedaba una noche más.

"¿Tienes hambre?" Le preguntó una vez se acercó a su banqueta en el jardín, donde revisaba con el ceño fruncido su celular. Bloqueó la pantalla inmediatamente al verlo y lo guardó en su bolsillo.

"No." Respondió fríamente.

Jun se paró frente a él, exasperado.

"¿Vas a seguir con esa cara durante toda tu estadía?"

Jonathan lo miró fijamente, incrédulo. "¿De qué estás hablando? Estoy actuando normal."

Jun se rio, ya que era cierto. Por un momento olvidó que su hermano siempre se veía como si todo le molestara.

"Ahh si, tienes razón."

"Estar al lado de ese Russeau te ha vuelto un poco insoportable." Su hermano suspiró.

"No es su culpa. Son las hormonas." Jun bromeó y su hermano giró los ojos.

Un alboroto llamó la atención de ambos y Jonathan se paró a su lado, varios de los guardias se dirigían con prisa hacia algún lugar. Breves momentos después, Jun recibió una llamada, y era de Brendan.

"Regresa... y trae a Jonathan contigo." Ordenó con tanta fuerza que su hermano probablemente lo escuchó y colgó enseguida, sin permitirle responder.

"¿Qué sucede?"

"Tenemos que regresar."

Jonathan chasqueó su lengua. "No me gusta la forma como te habla. Es un imbécil."

"Jonathan," Jun lo miró con ojos punzantes. "Ya sé que no se llevan bien pero, me gustaría que al menos no discutieran o hables mal de él delante de mí. No esta bien,"

"Já," Su hermano caminó delante de él dejándolo atrás, y luego se detuvo. "¿No vienes?"

Jun suspiró y le siguió el paso, pensó en lo similar que era su hermano a Brendan, pero sabía que detestaría escucharlo por lo que no dijo nada.

Al acercarse a la entrada, pudo ver a qué se debía el alboroto. Dos lujosos autos se acercaban, de color negro y ventanas tintadas. Jonathan se endureció a su lado y Jun lo miró, confundido.

En la entrada se encontraba Brendan, su figura imponente, junto a Samuel y Kevin. Sus guardias, por igual circulaban el área a una distancia considerable. Jun y Jonathan caminaron hacia donde se encontraba la familia y Brendan extendió su mano y lo atrajo a su lado.

"¿Qué esta pasando?"

"Los Akiyama quieren hablar."

"¿Aquí?" Jun lo miró fijamente, sin lograr entender su serenidad.