Laureles y Peonías

Capítulo 60: Apariencias

Después de calmarse, Jun se dio un arduo baño y salió al jardin para distraerse un poco. La pesadilla lo dejó exaltado. Nunca había tenido un sueño tan vívido —se sintió como si hubiese vuelto en el tiempo, y presenciado la horrible escena en vivo.

Soltó un suspiro y caminó por unos minutos hasta que la mansión quedó a una distancia considerable detrás de él. Necesitaba tiempo a solas para disociar y pensó que caminar le ayudaría.

El paisaje era hermoso, todo parecía estar diseñado con el propósito de llamar la atención y dejar a quien lo viera sin palabras. Había macetas bien elaboradas—más bien esculturas. Las hermosas y aromáticas flores estaban organizadas por colores y tipos. El sendero de flores parecía llevar a un laberinto, debido a las altas paredes de arbustos que se expandían a lo lejos.

La vista era increíble y Jun estaba feliz de poder apreciarlo.

Se sentó en una banca al final de su recorrido, y respiró profundo—inhalando el aire puro a su alrededor. Luego cerró los ojos por unos largos minutos. Apreciando la tranquilidad.

Abrió los ojos y sacó su celular. Recordó la conversación que tuvo con Brendan, y decidió llamar a la oficina y ver como iba todo.

Pudo ver mensajes de su hermano en sus notificaciones y su corazón dio un salto al recordar al Jonathan protector de sus sueños—comportamiento que no recordaba en la realidad.

¿Dónde estás? Llevo días tratando de verte y no he podido contactarte...

Decía el primer mensaje. Enviado hace tres días.

Llamé a tu oficina y me dijeron que no estarías disponible por unos días. ¿A dónde fuiste? Respóndeme...

El segundo mensaje fue enviado la mañana del día anterior.

Llámame cuando puedas. Tenemos que hablar de las citas con el doctor. Es importante...

Jun dejó de leer los mensajes, un tanto irritado. Jonathan no paraba de hablar del tema sin importar cuantas veces le dijera que no era de su incumbencia.

Sabía que debía hablar con su hermano y preguntarle por qué lo estaba haciendo. Su cuerpo estaba dañado, defectuoso y todo era culpa de su familia y su retorcida agenda.

¿Qué ganaba su familia con drogarlo de tal forma? No lo entendía.

Concluyó que esperaría a que su cuerpo se recuperara lo mejor posible antes de enfrentarlos. Su instinto le decía que lo hiciera así—y eso haría.

Llamó a Sofia, y dejó que el timbre sonara hasta que finalmente la chica contestó.

Conversaron por un rato y al parecer las cosas iban relativamente bien—con algunos errores. Tuvieron una emergencia con los atuendos, ya que de alguna extraña manera algunas de las telas se dañaron y nadie entendía como se había generado una filtración de agua en un lugar que había sido remodelado recientemente.

Sofia lo hizo sonar como si fuera algo intencional. Afortunadamente, Pierre tenía muchos contactos y pudieron ordenar nuevos atuendos siguiendo el mismo estilo, Mikhail también ayudó. Jun se sorprendió cuando Sofía lo mencionó. Pierre estaba incluso mucho más satisfecho con las nuevas vestimentas, así que no era tan malo—bueno, el gasto de dinero fue mayor—pero eso eran solo detalles.

Jun pensó que había sido buena idea decirle a Pierre que vigilara un poco su departamento mientras no estaba, al menos en cuanto a producción y dirección artística se refería.

"No dudes en llamarme si pasa algo de nuevo. Trataré de ayudarte incluso desde aquí."

"Gracias, Junne." Su voz se escuchaba dudosa, como si estuviera buscando el valor para preguntar algo. "Hm... ¿Crees que el señor Brendan ya se enteró de todo lo que pasó?"