Capítulo 85: La Gran Noche

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Ambos llegaron al hotel y se sintió un poco abrumado al ver la gran cantidad de personas que se aglomeraban allí. El lanzamiento de los perfumes feromonales no era lo único que se presentaría esa noche, pero si era el enfoque principal, y había otros proyectos en los que muchos de los presentes estaban interesados.

Había incluso una alfombra roja y un sin número de periodistas disparando sus destellos. Sabía que debido a que asistirían muchos actores y artistas famosos, la multitud sería enorme, pero nunca se imaginó tal magnitud.

Los aplausos iniciaron al momento de Brendan detenerse en la entrada, todos sabían quien había llegado en el lujoso auto. Kevin les abrió la puerta, Brendan siendo el primero en salir y saludar al público cortésmente. El guardaespaldas le extendió su mano para ayudarlo a salir, pero luego la removió y le dio espacio a Brendan, quien esta vez estaba frente a él haciendo el mismo gesto. 

Jun se sonrojó al ver la escena, y además porque en ese momento se había dado cuenta de que además de ser una de las personas detrás del proyecto, también era el acompañante del Alfa. Uno de los hombres más codiciados por lo que todos los ojos estaban puestos en él.

Tomó su mano y siguió sus pasos para dirigirse al gran salón de eventos, ignorando las cegadoras cámaras y las innumerables preguntas que les lanzaban. Samuel y Kevin estaban a unos pasos detrás de ellos. Siguió al Alfa sin titubear, con una elegante postura, a medida que este saludaba a sus invitados.

Los repentinos aromas mezclados hicieron que se mareara. Su nariz era más sensible de lo habitual, y era un tanto arrollador. Ahora podía oler el aroma dulce de los Omegas y como se volvía empalagoso a medida que se ruborizaban.

Era extraño poder entender el estado de ánimo de una persona por medio de sus feromonas y le costaría un poco acostumbrarse. Los Alfas, por otro lado, usualmente emitían un leve un olor cítrico,  y amaderado. Era evidente que estos eran más adiestrados al controlar sus feromonas.

Sin embargo, ninguno de esos olores generaban la misma reacción que experimentó al percibir las de Brendan. Tenerlo a su lado incluso nublaba sus sentidos y se sentía como si estuviera en las nubes todo el tiempo. Su mente estaba repleta de pensamientos lascivos, quería que el Alfa lo tocara más íntimamente, sin importarle donde estaban.

Sus ojos se iluminaron al ver la increíble y elegante decoración del lugar. Se notaba que era un evento de alta categoría debido a lo perfecto y espléndido que era todo. El hotel y un organizador contratado por Brendan se había encargado de ese aspecto y habían hecho un estupendo trabajo.

Brendan agarró su cintura con posesividad, el movimiento solo evidente para ellos y se estremeció. Lo miró disimuladamente con una leve sonrisa en sus labios para no llamar la atención del grupo a su alrededor, pero se encontró con la mirada de Brendan, quien lo observaba con esos intensos y fervientes ojos.

Alguien aclaró su garganta atrayendo la atención del Alfa y este continuó su conversación como si la interacción no había ocurrido, dándole tiempo de recuperarse.

Estoy jodido.

El simple hecho de estar junto al Alfa parecía mejorar su estado de ánimo. Estaba un tanto atontado, pero se sentía increíblemente bien, cosa que no había sucedido desde que las náuseas matutinas habían empezado. La incomodidad que sentía cesó y su apetito había regresado, en ese momento incluso tenía hambre. Estaba sorprendido debido a que el olor de los bocadillos que rondaban por el lugar en bandejas no había alterado su estómago en lo absoluto.

Brendan lo guio por el salón fluidamente con una firme mano en su espalda baja, lo cual atraía la atención de muchos. Pudo escuchar algunos de sus murmullos, donde se preguntaban quien era y que si era su pareja. Jun sintió un déja vu al ver su comportamiento, ya que era muy parecido a la última fiesta que asistieron juntos.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora