Capítulo 119: Invitado no grato - Parte 2

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Brendan miró a Kevin con impaciencia, completamente hastiado con la información que le había proporcionado. A pesar de que le dio más tiempo a sus hombres para encontrar una solución más viable y así sacar a su Omega de la propiedad sin hacer escándalo, sabía que eso solo le daría una oportunidad a los Fiore de hacer lo que les venga en gana con Jun.

Al escuchar que un doctor había entrado a la propiedad esa mañana, lo había dejado inquieto, y aún más al ver que el abogado de aquel Alfa—Malek, había llegado momentos después.

El infiltrado que tenían dentro, había proporcionado muy poca información, le era difícil dar muchos detalles debido a la vigilancia estricta a su alrededor.

"¿Entonces esa Omega no sabe nada más?" Preguntó esperando detalles, pero el rostro de Kevin le dijo la realidad de la situación.

"Solo lo ha visto por momentos, no dejan a nadie acercarse. Pero dice que Junne esta relativamente bien, es solo que—"

"¿Qué?" Exclamó, en un tono peligroso.

"Al parecer su padre no le tiene mucho aprecio." Se notaba que el Alfa trataba de censurar lo que realmente sucedía para evitar una reacción, pero no funcionó. "Brendan, espera." Vociferó Kevin, pero el Alfa lo ignoró.

Salió de su oficina con pasos firmes, totalmente decidido en ese momento de qué hacer. Kevin mostraba una mirada repleta de preocupación, y el Alfa estaba irritado de ver el mismo comportamiento en todos.  Sus empleados le lanzaban miradas furtivas a medida que avanzaba, e incluso se comportaban aún más cuidadosos ese día. La verdad era que todos podían sentir que la ira del Alfa estaba a segundos de desbordarse.

Una vez llegaron a la recepción, su mirada se centró en el grupo de sus subordinados, lo cuales se veían nerviosos y a la espera de sus órdenes, algo que se había vuelto la rutina usual esos días. Samuel también estaba allí, hablaba por su teléfono y la llamada parecía ser importante.

Sabía que el movimiento solo llamaba la atención de muchos, ya que sus hombres no parecían ser ejecutivos en lo absoluto, a pesar de que vestían elegantes trajes. Muchos de ellos estaban cubiertos de tatuajes o simplemente tenían una postura amenazante, típica de matones. A pesar de ello, ya no le importaba mantener las apariencias.

Un auto que no reconocía estaba aparcado en la entrada, y una vez se abrió la puerta, su padre salió de allí elegantemente, llamando la atención de curiosos a su alrededor.

Dimitri sonrió, pero Brendan no pudo devolverle el gesto. El hombre se acercó a él y le dio un abrazo, como acostumbraba a hacer después de cierto tiempo. A pesar de que solo habían pasado unos días desde la última vez que interactuaron, supuso que se debía a la tenebrosa aura que emanaba del Alfa.

"¿Qué haces aquí?" Preguntó Brendan, con el ceño fruncido y luego miró a Kevin. Su desconfianza se elevó y pudo ver la confusión en el rostro del Alfa. 

Pensó que no era una coincidencia que estuviera allí, luego de hacer el comentario de que simplemente iría a la propiedad de los Fiore si no encontraban una solución rápida. Su paciencia ya se había agotado, y ni siquiera su padre podría hacerlo cambiar de opinión.

"Kevin no tiene nada que ver con esto." Su padre sonrió al entender lo que pasaba por su mente. "¿Podrías controlar tus feromonas?"

Brendan miró a Dimitri con ojos desinteresados, y posteriormente a su alrededor. Pudo ver lo incómodo que estaban los demás, ya que no podían aguantar la potencia de sus feromonas. Los Omegas en las inmediaciones se habían alejado y los Alfas estaban en alerta. No obstante, la mayoría absorbía con interés la interacción.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora