Capítulo 145: Nombres

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Jun se despertó luego de un largo y placentero sueño. La verdad era que a pesar de los inconvenientes, se sentía agradecido y aliviado de que todo haya salido bien.

Por un momento pensó en Brendan y en lo vulnerable que se veía en ese momento una vez despertó. La escena aún le parecía irreal—nunca pensó verlo comportarse de esa manera. Ya luego le preguntaría que había sucedido, pero la verdad era que su mente estaba ocupada con algo más.

Miró el reloj con apuro, no podía esperar para ver a sus gemelos, y la anticipación lo tenía un tanto mortificado.

Ambrose y Kayden entraron al lugar con indecisión, y posteriormente sonrieron ampliamente al verlo. Su amigo tenía los ojos humedecidos e inmediatamente corrió a su lado para abrazarlo.

"Gracias a Dios." Murmuró Kayden contra su pecho. "Gracias." Repitió y sollozó hasta que ya no había más lágrimas por derramar.

Ambrose se mantuvo sentado a su lado, observando la interacción con tristeza y ayudándolo a acomodarse en la camilla. Sus ojos estaban rojos y se preguntó si también había llorado. Un sentimiento de culpa se apoderó de Jun al verlos comportarse tan cuidadosamente.

"No llores." Jun acarició sus mejillas suavemente, limpiando el humedecido recorrido. "Díganme algo, ¿estuve inconsciente por cuanto tiempo?" Estaba seguro de que Alessio lo había mencionado, pero la verdad era que estaba impaciente por saber de sus bebés y no prestó atención.

"Estuviste en coma por tres semanas, Junnie." Kayden se veía desanimado. "... aunque se sintió más largo." Murmuró.

"Oh." Jun miró a su alrededor. "...No pensé que había pasado tanto tiempo."

"Lo bueno es que estás bien." Ambrose agregó luego de un suspiro. "Y los bebés por igual. Son hermosos," Sonrió ampliamente.

"¿Cuándo podré verlos?" Jun trató de pararse, pero Kayden lo detuvo. Sus manos temblaban de la emoción de solo pensar en ellos.

Ambrose se rio. "Hoy... Alessio dijo que podrás verlos en un rato."

Jun asintió sin saber qué decir. Comió su almuerzo como le habían ordenado, escuchó las conversaciones a su alrededor, aunque su mente estaba totalmente puesta en los gemelos. Kayden se retiró, ya que tenía un importante compromiso y no quiso dar muchos detalles, lo cual le dio un poco de curiosidad.

Hubo un toque en la puerta, seguido de voces. Alessio entró al lugar acompañado de tres enfermeras, quienes sostenían en sus brazos dos pequeñas figuras envueltas en suaves paños.

El doctor probablemente miraba a Jun, pero su atención estaba fija en esos pequeños. Intentó pararse de la cama, pero un dolor en su abdomen lo hizo titubear.

"No hagas movimientos bruscos, tienes la herida de la cesárea. ¿Recuerdas?" Lo regañó Alessio.

Jun asintió y esperó pacientemente a las enfermeras que cargaban sus bebés acercarse.

Eran bellos.

Su corazón se contrajo al verlos finalmente tan de cerca y poder cargarlos.

"Son tan pequeños." Se rio, pero el sonido era húmedo. Lágrimas empezaron a caer por sus mejillas cuando acarició con un dedo una de esas regordetas mejillas.

"¿Quiere cargarlos?" Preguntó la enfermera y Jun asintió. No sabía si podría articular alguna palabra.

Una vez los sostuvo, la incredulidad se apoderó de él. No podía creer que hace apenas unos meses estuvieron en su vientre.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora