Laureles y Peonías

Capítulo 70: Novedades

Brendan se paró frente al espejo en la acogedora habitación anexa y ajustó su corbata. Su cabello estaba un tanto desarreglado, así que deslizó su mano haciéndolo más presentable.

"Ha pasado bastante tiempo desde que entramos aquí."

"...Si, deberíamos irnos."

Respondió Jun un tanto distraído, de pie frente a la cama mientras abotonaba su camisa. Kevin les había llevado el traje nuevo y Jun se vistió luego de darse un baño, al igual que el Alfa. Era muy probable que el cambio de ropa llamara la atención de los demás, pero la lluvia era un buen pretexto, ya que todos lo vieron empapado.

El Alfa miró el rostro de Jun, el cual aún estaba ruborizado y frunció el ceño.

"¿Todo bien?" Preguntó en un tono indiferente.

"Um-sí, estoy bien." Dijo con una leve sonrisa, la cual no lo convenció.

"... Si te resfrías solo afectará tu trabajo. No quiero que la fecha de lanzamiento se posponga de nuevo."

"No te preocupes, no pasará."

Brendan gruñó en afirmación y salió de la habitación, dirigiéndose a su escritorio. Tenía la última reunión del día en unos minutos en el auditorio, así que tomó los documentos que necesitaba y salió de allí con Jun detrás de él, quien se retiró a su oficina.

Al entrar al salón, pudo ver que ya había algunos de sus invitados sentados alrededor de la larga mesa. Sonrió amistosamente y se sentó en la silla principal.

"Buenas tardes, es un placer tenerlos aquí. Estoy seguro de que las novedades que les mostraré hoy, hará que reconsideren su posición."

La reunión continuó sin problemas, El Alfa explicó cada una de sus propuestas y la mayoría parecían estar interesados. Había algunos que estaban renuentes ante sus ideas innovadoras y modernas, usualmente eran Alfas mayores los cuales aún no entendían la importancia de entender el mercado de jóvenes en esta era—ya que querían mantener sus costumbres. Y a pesar de que Brendan era una persona que apoyaba y mantenía las tradiciones, sabía que había ocasiones donde debía ceder y esa era una de ellas.

Anton Burke, un magnate alemán de sangre mixta, era uno de sus clientes más complicados. Era un Alfa mayor y bastante imponente, lo cual tenía sentido, ya que también era un Alfa dominante. Todas las preguntas punzantes provenían del hombre, y las respondía sin titubear.

Varios Alfas y Betas hicieron preguntas con mucho interés, y otros como Timothy Greenwood, un americano—no se veían tan convencidos. Pero esto no lo sorprendió en lo absoluto, puesto que el hombre tendía a seguir los pasos de Anton, así que solo le quedaba ganarse la aprobación del Alfa en su próxima reunión para que los demás le siguieran.

La reunión terminó con éxito y la mayoría se paró de la mesa para retirarse. Siendo Anton, el único que se quedó atrás.

Se paró de su asiento y se colocó frente a los ventanales, dándole la espalda al hombre, mientras ambos esperaban a que todos salieran.

"Veo que no has cambiado." Dijo una voz profunda, con un leve acento alemán. "Me sigue irritando tu actitud arrogante."

"El sentimiento es mutuo." Respondió, volteándose a verlo.

"Al parecer tu abuelo fue muy suave contigo, si esta es la forma como tratas a tus mayores."

"Yo trato con respeto a quien se lo merece."

Anton sonrió, pero el gesto no llegó a sus ojos. "Es así..." luego lo miró detenidamente. "Tu propuesta fue buena. Envíame los documentos a firmar, quiero invertir."