Laureles y Peonías

Capítulo 29: Colores Cálidos

Al día siguiente Jun se despertó un tanto cansado. Tenía ojeras debajo de sus ojos y su cuerpo se sentía pesado.

Sabía que tenía planes, así que trató de comer bien y ejercitarse un poco para así ganar algo de energía. Y ciertamente lo había ayudado, ya que pudo ocultar su cansancio un poco.

Se dirigió hacia el parque donde se había encontrado con Mikhail aquel día. Habían quedado en que se verían en el mismo lugar y Jun no se quejó, le encantaba la vista.

Se acomodó en una banqueta, sacó sus utensilios de pintura y colocó el caballete en su lugar. A pesar de que su cuerpo estaba un poco débil, quería dedicarle tiempo a una elaborada pintura.

Aún no podía entender cómo pudo olvidar o no extrañar los pinceles durante tantos días. Su cabeza solo estaba repleta de Brendan y eso no era saludable.

Hizo un sencillo bosquejo a lápiz para luego agregar los detalles con la pintura. Agregó algunos colores para tratar de plasmar en su lienzo la imagen que tenía enfrente—se giró inmediatamente después de varios segundos cuando sintió la sombra de alguien detrás de él.

"Lo siento. ¿Te asusté?" Preguntó Mikhail apenado.

La expresión de Jun se relajó al verlo y sonrió. Últimamente, estaba un poco nervioso porque a veces se sentía observado.

"Para nada," dijo y retomó su pintura. "Creí que no estaría mal empezar mientras esperaba que llegaras."

"Apenas empezaste y ya está quedando genial," dijo Mikhail genuinamente. "La catedral se verá increíble en los colores que elegiste."

"Gracias," Jun se sonrojó hasta el cuello ante el halago.

El Alfa no pudo evitar observarlo detenidamente, debido a que se veía algo tentador. Mikhail rodeó la banqueta y se sentó a su lado. Sacó una libreta que parecía ser de dibujos, Jun pudo ver algunas siluetas a medida que hojeaba las páginas.

"¿Vas a dibujar conmigo?"

Preguntó curioso haciendo que el Alfa sonriera cálidamente.

"Claro," respondió sonriendo. "¿Quieres competir?"

Jun se rio.

"Si quieres ser pulverizado por mí," dijo en un tono juguetón. "Claro que podemos."

"Entonces es un reto, el ganador tendrá la oportunidad de pedir lo que quiera al final."

"Pffft... okay."

Ambos rieron y retomaron sus dibujos. Jun disfrutaba mucho su compañía y se sentía mucho mejor, pensó que fue una excelente idea salir cuando el día se veía tan hermoso. Ambos estaban concentrados en terminar sus pinturas. Mikhail decidió usar acuarelas al igual que Jun.

"Creo que terminé," dijo Jun removiéndose una gota de sudor de su frente.

Mikhail se inclinó para ver su pintura claramente y sus ojos se abrieron sorprendido. "Wow..."

"¿Te gusta?"

"Wow," dijo de nuevo y luego una radiante sonrisa se extendió en su rostro. "Junne, tienes un talento increíble. Los detalles son impecables y, esos colores cálidos haciendo contraste con los tonos azulados—no puedo explicar lo mucho que me gusta tu pintura. Ya sabía que dibujabas bien, pero esto es... me has sorprendido."

"No le llamaría talento," aclaró sonrojado y con una mirada tierna. "Practiqué mucho a pesar de que a mi padre no le gustaba. Mi nana siempre me ayudó a ocultarlo, ya que veía lo feliz que me hacía poder pintar."