Laureles y Peonías

Capítulo 94: Reclamos

"No." Respondió sin vacilar. "No hay nada más."

Lo alarmaba bastante que el Alfa estuviera tan calmado, su reacción le daba a entender que no creía en sus palabras.

"Okay." El Alfa se rio y miró hacia un lado por un breve momento. "¿No me invitarás a subir?" Preguntó casualmente.

Jun sonrió y trató de que se viera natural, pero dudó que haya sido exitoso. Caminó hacia la entrada, donde Brendan recibió varios saludos de parte de algunos de los propietarios y empleados del hotel. Subieron al ascensor con calma, sin pronunciar una palabra.  A pesar de que se dirigían a uno de los mediados pisos, el camino se sintió eterno. Trató de no mirar al Alfa, ya que sabía que no resistiría su ardiente inspección.

Se sobresaltó al sentir su mano recorrer su cuello delicadamente y se encontró con sus ojos en el espejo al frente. Su cuerpo reaccionó ante la estremecedora caricia al instante—sus feromonas se habían calmado y eran tentadoras en ese momento, añadiendo al palpitante sentimiento.

Se inclinó inconscientemente hacia él—guiado por aquel seductor aroma, pero el sonido de la puerta abrirse le hizo reaccionar y salió de allí como si estuviera escapando. Brendan se rio, ya que la situación le parecía divertida.

Entraron al apartamento y fue recibido por un preocupado Kayden—quien cambió la expresión a una de sorpresa cuando sus ojos se posaron en el Alfa.

"Oh—hola de nuevo." Expresó asombrado.

El Alfa sonrió levemente ante su saludo. "¿Interrumpo algo?" Preguntó cínicamente.

"No. Solo preparaba algo de comer, pero no creo que sea suficiente para los tres."

"Ah, no te preocupes. Ya comí," Aclaró en un tono amable pero afilado.

Los vio conversar con sonrisas falsas en sus rostros, con una evidente animosidad entre ellos.

"No tengo apetito," Comentó Jun, llamando la atención de ambos.

Aunque no había ingerido nada en casa de sus padres, sabía que su estómago no podría soportar ningún tipo de alimento en ese momento. Pensó en la mesa repleta de comida, la cual casi nadie tocó debido a la discusión que arruinó la cena.

"Tienes que comer algo,"

"Me parece que ya lo hizo en casa de sus padres." Brendan agregó, de forma casual.

Su amigo lo miró atónito, y Jun le indicó con una ceña disimulada, que el Alfa ya sabía de su familia.

El hombre imponente se sentó en un amplio sofá y cruzó sus piernas con elegancia, viéndose como el propietario del lugar. A pesar de lo enorme que era el piso, se veía magnífico sentado allí.

""¿Se dirigen a algún lugar?" Preguntó mientras observaba las maletas en una esquina.

Jun tragó con nerviosismo y empuñó las manos para esconderlo.

"Son mías, saldré del país en unos días." Explicó. "Eres un Alfa muy curioso."

"¿No somos así todos?" Refutó, viéndose impaciente.

"... Cierto." Su amigo se rio.

Frunció el ceño ante la interacción, el Alfa no removió sus intensos ojos de Jun a medida que conversaba con su amigo, se veía como si en cualquier momento lo atacaría debido a la manera como lo acechaba. Kayden caminó hacia la cocina, el olor a comida no afectó su estómago y supuso que se debía a aquellas tentadoras feromonas invadiendo el lugar.