Capítulo 20: Impulsos

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Jun miró a Brendan tratando de entender la situación. Nunca había experimentado algo así.

"Vístete." Dijo el Alfa mientras se acercaba a su escritorio. "Aún tenemos que discutir el informe del concurso." 

Se abotonó la camisa y se arregló los pantalones que estaban todos arrugados. Toda la situación le parecía ridícula. Se paró frente a él y le proporcionó los detalles de lo que había sucedido en la selección, dejando fuera el altercado con Evandro.

Le pasó los documentos que había preparado con detalles de cada uno de los concursantes, incluyendo los comentarios de los jueces.

El Alfa se quedó mirando el documento y luego siguieron unos minutos en silencio, tornando la atmósfera un tanto incómoda.

"¿Quién redactó este documento?" Preguntó el Alfa mientras ojeaba.

"Fui...yo." Respondió, nervioso. "¿Hay algún problema señor?"

Brendan frunció el ceño, era curioso el hecho de que tan pronto tenían sexo—Jun lo llamaba por su nombre, y por alguna razón le irritaba que le hablara con honoríficos.

"Ninguno." Dijo mientras colocaba el documento sobre su escritorio. "Voy a tomar una decisión y mañana la anunciaré."

"Entiendo, entonces..."

Jun titubeó—de pie frente a él, y el Alfa lo miraba intensamente con unos ojos que leerían a cualquiera. Se percató de que la corbata estaba chueca alrededor de su cuello e inconscientemente extendió sus manos para así anudarla correctamente.

El Alfa no hizo ningún movimiento y dejó que terminara. Estaba concentrado en terminar el trabajo y luego palmeó los hombros de Brendan al estar satisfecho.

"Mejor," Sonrió y recordó que era un hábito que tenía desde pequeño y que heredó de su madre, el cual a su padre no le gustaba. "Bueno... ya me voy."

Brendan aún lo observaba con su rostro libre de expresión, no dijo nada y Jun retiró sus manos rápidamente, un tanto nervioso porque ciertamente se había sobrepasado. Maldiciéndose a sí mismo en el camino porque no pudo controlar sus impulsos, se dirigió a su oficina.

El Alfa observó a Jun mientras se retiraba de su oficina. Con su cabello hecho un desastre y su ropa arrugada. La verdad era que tuvo que luchar para controlar sus impulsos, y evitar inclinarlo sobre su encritorio y meter su polla hasta el fondo.

El Alfa estaba un tanto curioso porque nunca había sentido tanto deseo carnal por una persona, usualmente perdía el interés después de unas semanas.

Retomó el informe que el Beta había preparado, y frunció el ceño porque solo ahora había notado un patrón en los documentos que Charles le había entregado todo este tiempo y los de Jun. Era evidente que solo una persona había redactado todos los documentos y esa persona sin duda alguna era el Beta.

Nunca le gustó Charles y estaba de buen humor porque ahora tendría una razón para poder despedirlo, o el creía que a eso se debía su buen estado de ánimo.

Brendan se sentó en la silla de su escritorio tratando de organizar los documentos que necesitaría para la decisión que anunciaría el día siguiente, pero no podía concentrarse debido a que le llegaban imágenes del Beta debajo de él y su polla penetrándolo una y otra vez.

Sonrió complacido porque iba a aprovechar al máximo el tiempo que habían acordado en el contrato, de eso estaba seguro.

La mañana llegó en un abrir y cerrar de ojos, y estaba de camino al apartamento de Noah para luego dirigirse a la oficina. Debido a las peticiones de su hermano y familia se le proporcionó un apartamento en una zona muy protegida y de alto perfil.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora