Capítulo 149: Un sueño hecho realidad

852 159 15
                                    

Brendan bajó a su pecho marcándolo con sus besos en su trayecto. Jun arqueó su espalda al sentir la electricidad que ocasionó la succión a su pezón, y debido al placer que se extendió por su cuerpo. 

El Alfa se tomó su tiempo complaciéndolo, moviéndose de un pezón a otro con experiencia. Jun se aferró a Brendan a medida que sentía su caliente lengua recorrer su piel.

"Hng," Jun se veía angustiado. "No lo bebas."

El Alfa se rio suavemente, pero nunca se detuvo. El Omega podía sentir el líquido caer y su lengua recogerlo todo, sin desperdicio.

Se estremeció una vez que sus labios tocaron su abdomen, temblando ante la tenue caricia. "Por favor," Rogó sin saber exactamente qué pedía.

El Alfa avanzó y Jun sintió la anticipación recorrer todas sus venas al sentir su aliento en su miembro... y luego su lengua. "¡Ah!"

Brendan lamió y besó el área lentamente, incitándolo—luego su pene fue envuelto en una deliciosa calidez, haciendo que los dedos de sus pies se contrajeran. El Alfa movió su cabeza consecutivamente de arriba a abajo—jugando y disfrutando de sus reacciones mientras chupaba su miembro. El sonido era lascivo.

"Hnng."

Jun sollozó con desaprobación al ya no sentir la calidez.

"Tienes que bajar la voz," Brendan lo observaba fervientemente, la posesividad brotaba de sus poros. "Cazzo... te ves tan jodidamente erótico ahora mismo. Con tus piernas abiertas solo para mí... " El Alfa lamió su cuello hasta su oreja. "Y este olor—"

Jun gimió con desesperación al percibir sus deliciosas feromonas, las cuales saturaron todos sus sentidos.

El Alfa resumió lo que hacía y engulló su polla nuevamente en su boca. No le tomó mucho tiempo a Jun para venirse debido a lo culminantes que eran sus movimientos. 

"Brendan, me estoy—ahhh."

Jun vio estrellas, estremeciéndose bajo el Alfa a medida que el orgasmo recorría sus entrañas. Sintió como su cuerpo fue elevado y a Brendan moverse. Estaba fuera de sí para entender lo que sucedía, hasta que sintió algo duro en su entrada. Arqueó su espalda a medida que el enorme miembro lo penetraba.

"Ugh,"

El Alfa se inclinó hacia él y lamió sus labios. "No seré gentil." Advirtió e inmediatamente le dio una fuerte estocada. 

"¡AH! Hng," Jun gritó, pero el Alfa tapó su boca con su mano.

"Shhh... los bebés están durmiendo." Murmuró traviesamente en su oído, incluso el sonido de su voz le generó espasmos.

El Alfa se movió con fuertes estocadas, y Jun quien apenas había bajado del orgasmo anterior, sintió cómo su cuerpo reaccionaba ante cada movimiento. Sus gemidos ahogados eran lo único que se escuchaba en la habitación, además de los contenidos gruñidos del Alfa.

"¡Joder!" Susurró Brendan con frenesí y lo giró nuevamente, colocándolo de manos y rodillas.

"Brendan, rápido... necesito—" 

"Ya lo sé, bebé." Afirmó el Alfa y admiró por un momento cómo se presentaba gustosamente su Omega. Lamió sus labios y colocó nuevamente su punta en la entrada y esta vez entró lentamente.

Jun lanzó un suave y largo gemido a medida que sentía el miembro recorrer su interior. El sonido gutural del Alfa solo dejaba en evidencia lo bien que ambos se sentían. Brendan se inclinó hacia él y lo besó fervientemente.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora