Laureles y Peonías

Capítulo 76: Chequeo Médico - Parte 2

"Eres la última persona que esperé encontrarme aquí." Dijo Evandro, atrayendo la atención de Jun.

"Vine hacerme un chequeo con un amigo." Respondió en un tono serio.

"¡Ah! Sí... creo que es lo obvio."

"¿Qué querías decirme?"

Evandro lo miró con ojos entristecidos y con una leve sonrisa. "Sé que no te di una buena impresión cuando estaba con Brendan, y me quería disculpar por las cosas que dije."

"Oh... Okay." Jun estaba asombrado. Pensó que todo hasta ahora era un acto pero parecía no ser así. "Disculpa aceptada."

Evandro suspiró. "Además, el bebé no es de Brendan."

"¿No lo es...?" Preguntó confuso. "Pero habías dicho—"

"Lo sé," Interrumpió exaltado. "La obsesión me tenía cegado e inventé esa mentira cuando me enteré de mi embarazo." Su mirada se dirigió a algún lugar detrás de Jun, y este miró en la misma dirección para ver lo que había generado tal reacción en el Omega—sus mejillas estaban enrojecidas.

Jun pudo ver un alto,y fornido hombre sonriéndole desde la puerta, esperando a que saliera. La impresión que daba era de que tenía algún tipo de formación militar, debido a su corte de cabello, postura y atuendo.

Evandro aclaró su garganta atrayendo nuevamente su atención. "Bueno, algo pasó y ese bobo de allí es el padre."

A pesar de sus palabras se notaba que le gustaba el hombre, el rubor no se había ido de su rostro y una leve sonrisa se asomaba en sus labios.

"Ya veo." Jun sonrió genuinamente. "Me alegro por ti. Te ves feliz,"

"Gracias." Evandro lo miró sorprendido. "Um—yo de verdad que te envidiaba. No entendía como tú siendo Beta llamabas la atención de Brendan de esa manera."

Jun lo miró confundido, sin entender a lo que se refería.

Evandro hizo una mueca. "Una de las amenazas de Brendan era que no me acercara a ti." Dijo apenado.

Jun se sonrojó y su corazón latió con fuerza al escuchar aquellas palabras.

"La otra fue forzarme a que me hiciera un aborto. Incluso sus subordinados me llevaron a una clínica ..."

"Él... ¿Hizo eso?"

El castaño se rio. "Sí." Y luego miró al hombre que lo esperaba con esmero. "Pero luego ese tonto llegó, armó un alboroto y se arregló todo."

"Yo—lamento mucho que hayas pasado por algo así." Dijo conteniendo su temor, toda la calidez que había sentido anteriormente había desaparecido.

"No te preocupes, tuve que tocar fondo para darme cuenta de que mi actitud no estaba bien." Dijo al voltearse, evidentemente inquieto. " Ya me tengo que ir,"

"Fue... bueno verte." Le dijo con sinceridad.

Evandro sonrió amistosamente. "Lo mismo digo."

Se dirigió a la salida, y el fornido hombre abrió la puerta con caballerosidad. Luego revisó su cara y le dio un beso en su pequeña nariz. Evandro fingió estar enojado y le dio un golpe en el brazo, y se alejó rápidamente de él.

Adorable.

Jun nunca pensó ver aquel presumido chico actuar de esa forma. La sonrisa del hombre se desvaneció levemente y miró a Jun—quien aún los observaba con curiosidad.