Capítulo 130: Secretos Familiares - Parte 4

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"Eso fue... una catástrofe." Expresó Ambrose rompiendo el silencio.

Jonathan aclaró su garganta. "¿Sabes que no se quedará quieto, cierto?" Dijo en un frío tono de voz y miró a Brendan con ojos tenaces.

"Me encargaré de que ese bastardo no sea una molestia."

Ambos se miraron fijamente por varios segundos—como si cada uno entendiera el trasfondo de sus palabras. Luego Jonathan desvió su mirada, y arregló su chaqueta tranquilamente.

"... Sí, supongo que es lo mejor." Murmuró para sí mismo.

Juliette miró a su hijo mayor, quien tenía su atención plasmada en algún punto fuera del ventanal—completamente absorto.

La mujer se acercó y extendió lentamente su mano. "Jona, sé que estás sorprendido, pero—"

"Necesito estar solo."

Su hermano esquivó su toque y salió del salón rápidamente, cerrando la puerta con un fuerte estruendo. El rechazo hizo que su mamá colapsara y Ambrose se acercó rápidamente a asistirla.

"Está bien," Trató de calmarla. "Lo entenderá algún día."

Su mamá negó con la cabeza, su garganta completamente obstruida por su llanto. Le dio tristeza verla en tal estado.

Jun trató de liberarse de los brazos del Alfa y suspiró al este impedir que se moviera.

"Estoy bien, Brendan."

El Alfa lo miró fijamente a los ojos. "... deberías descansar. Retirémonos por hoy." Su rostro se veía impasible.

Jun sonrió y se inclinó para besar sus labios dulcemente. "Lo haré en un rato."

"Te daré media hora." Ordenó con firmeza, y Jun solo asintió, sabiendo que no podría hacerlo cambiar de opinión. No tenía la energía tampoco para discutir.

Brendan liberó su agarre y Jun se acercó a su mamá. Acarició suavemente su mano, la cual sostenía con fuerza su pecho—tratando de consolarla.

"Estaremos bien." Expresó, y su mamá lloró con más fuerza. "Jonathan solo necesita tiempo... yo creo que en el fondo se alegra de que Ernesto no sea nuestro padre."

Su mamá se disculpó un sinnúmero de veces entre sollozos, Jun solo la abrazó con fuerza a medida que se desahogaba, y posteriormente dejó de llorar al paso de largos minutos.

Ambrose nunca se alejó de su lado y estuvo agradecido debido a lo atento que era el Omega.

"¿Te sientes mejor?" Preguntó arreglando el desaliñado cabello de su mamá y está asintió, removiendo las lágrimas de sus mejillas.

"Vuelvo en unos minutos." Se paró de donde se encontraba y miró a Brendan.

"¿A dónde vas?" Preguntó el Alfa inmediatamente, pausando la llamada que tenía toda su atención desde hace rato.

"Mi hermano no puede irse en esa condición. Creo que—"

"Jonathan no tiene permiso de salir de la propiedad esta noche."

¿No tiene permiso?

Jun frunció el ceño y Brendan pareció ver que estaba a punto de reclamar. "Solo pensé que no querrías que se fuera tan tarde en la noche."

Explicó cínicamente, pero por alguna razón pensó que solo disfrutaba incomodar a su hermano, sabía que no se llevaban bien.

Jun suspiró. "Iré a verlo entonces."

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora