Jun se levantó con pesadez esa mañana, y miró a su lado viendo la cama vacía. Se sentía extraño, inquieto por alguna razón. Suspiró al pensar en Brendan, una emergencia laboral había evitado que estuviera en casa y tenía dos noches sin llegar a su cama. Al menos, cuando estaba despierto.
Su hermano se encontraba aún en la residencia, pero no iba a su trabajo y se preguntó qué sucedía, ya que podía sentir la tensión que albergaba. Aunque después del problema legal en el que se encontraba FarmaFiore, era un poco lógico que se hayan detenido las operaciones por un tiempo.
Se sentó al borde de la cama y acarició su estómago con calidez—una leve preocupación se adueñó de su expresión.
A pesar de que estaba a punto de cumplir siete meses de embarazo, los bebés no se habían movido. Los exámenes de Alessio habían salido bien, por lo que sabía que no debía preocuparse, sin embargo, no entendía a qué se debía. Al principio, tenía miedo de preguntar y que fuera algo malo, pero debía hacerlo si quería estar tranquilo.
"¿No van a saludar a papá?" Dijo con una suave y cariñosa voz pero no recibió respuesta. "... Los amo, angelitos. No puedo esperar para conocerlos."
Se dio un baño y cambió a ropas cómodas, dirigiéndose al comedor donde desayunaría con su familia.
Solo Brendan faltaba en la mesa, y su hermano mayor estaba completamente distanciado de la conversación. Su usual expresión en su rostro, viéndose pedante.
"Finalmente despertaste, corazón." Dijo Ambrose y Jun se avergonzó.
Últimamente, se quedaba dormido por mucho más tiempo, y se despertaba incluso después del desayuno, por lo que al parecer cambiaron el horario para ajustarse a él.
Jun se sentó al lado de Manon, quien inmediatamente lo ayudó a acomodarse y colocó varias comidas en su plato.
"¿Aún te gustan los pancakes con mantequilla de mani?" Preguntó su hermano menor, con curiosidad.
"Claro, es mi favorito." Sonrió.
"Recuerdo que siempre peleábamos por la última porción."
Jun se rio, ya que lo hacía a propósito. Siempre trató de alegrarles un poco el día a sus hermanos, aunque Jonathan siempre se hacía el difícil.
Observó la mesa con calidez, viendo su familia tranquila por primera vez en mucho tiempo.
Pensó en cómo hubo unos años donde se llevaba relativamente bien con Ernesto—más bien, ignoraba a la familia probablemente distraído con algún otro asunto, por lo que su animosidad estaba dirigida a alguien más.
Al principio, cuando su designación no fue exitosa—Ernesto estuvo distante, pero todo cambió cuando era claro que siempre sería un Beta— se volvió más violento e incisivo.
Jun suspiró al recordar la esperanza que tenía de que al final sería un Alfa. Pasaba bastante que una persona se expresara como Alfa más tarde que otros.
Recordó los amigos que perdió una vez se dieron cuenta de su designación—en realidad nunca mintió, sencillamente todos asumieron que era un Alfa debido a su aspecto.
Solo Kayden se mantuvo a su lado y siempre fue fiel. Miró fuera de la ventana y se preguntó si el Omega se encontraba bien, el número que le había proporcionado no estaba en servicio poco después de despertar. Extrañaba bastante a tu amigo.
"¿Junne?" Preguntó su mamá y al parecer tenía rato hablándole debido a que lo miraba con ojos sonrientes.
"Hm—¿sí?"
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Laureles y Peonías
RomanceDespués de prácticamente ser ignorado por su familia por ser Beta, Junne se muda a otra ciudad para comenzar una nueva vida lejos de ellos. Pero al tratar de vivir tranquilamente, llama la atención de un Alfa dominante que está más que dispuesto en...